dimarts, 28 de maig del 2019

COMO AYUDAR A LOS NIÑOS ANTE EL ESTRES


Nuestros hijos crecen en un ambiente cargado de  continua información a través de la TV, de los móviles y de otras pantallas. Es frecuente que contemplen a través de estos aparatos escenas de violencia y noticias desagradables. Esto les sobrecarga de información negativa sobre temas sobre los cuales sienten que no pueden influir.




Lamentablemente recibir cotidianamente noticias de este tipo nos acaba insensibilizando ante el dolor ajeno. Los niños crecen entonces con mayor dificultad para poder empatizar con el sufrimiento de otras personas , la vida real acaba resultándoles poco emocionante y buscan entonces experiencias excitantes a través de juegos violentos en las que se ponen en peligro ellos mismos o a otros niños. Recordemos casos recientes de acoso escolar  o de violencia  en las escuelas.


Sería recomendable:
1) Limitar el tiempo de uso de la TV y de todo tipo de pantallas, de esta forma limitaremos la cantidad de información negativa, de imágenes y sonidos estridentes que ocupan la mente de nuestros niños.
2) Aumentar el tiempo que dedican nuestros hijos a jugar, a pensar o simplemente a no hacer nada. Esto les ayudará a que sean más creativos y a bajar su nivel de ansiedad. Compartir con ellos juegos nos ayudará a nosotros también a desconectar de los problemas de la vida cotidiana.
Aunque es una tentación recurrir a la TV como “canguro” recordemos que el contenido que contemplan nuestros niños tiene un poder adictivo e hipnótico. Poder contemplar la TV está bien, siempre y cuando sea con espíritu crítico, seleccionando el contenido de lo que ven.


Podríamos aplicarnos a nosotros mismos un pequeño cuestionario para verificar cual es nuestro propio nivel de adicción a la TV, al correo electrónico o al móvil. El cuestionario consistiría básicamente en preguntarnos:
1) Cuantas horas dedicamos a cada uno los elementos electrónicos que tenemos?
2) Que tipo de programas vemos en la TV?
3) Como nos sentimos después de ver en la TV determinados programas?
4) Cuantas veces al día revisamos nuestro correo electrónico?
5) Tenemos siempre encendida la radio o la TV aunque no les prestemos atención?
6) Que efecto produce en nuevo cuerpo y en nuestra mente ver continuamente imágenes violentas o escuchar noticias negativas?
Responder a estas preguntas nos puede ayudar a hacernos conscientes de cuál es nuestra vinculación con estos elementos que en principio pueden ser útiles si sabemos utilizarlos .




dimarts, 21 de maig del 2019

COMO MEJORAR LA RELACIÓN CON LA COMIDA


Con la primavera empieza el buen tiempo y con este las ganas de mejorar nuestro aspecto físico. Es la época en la que proliferan las dietas rápidas. No siempre somos conscientes de los efectos nocivos que pueden tener estas dietas en nuestra salud .



Durante el resto del año probablemente no hemos prestado la suficiente atención a lo que comíamos y como lo comíamos. Es posible que hayamos estado comiendo de forma rápida cualquier cosa, como  una forma de calmar nuestro estrés.
Pero es evidente que para sentirnos bien y estar saludables debiéramos estar atentos a lo que comemos de forma permanente a los largo de todo el año.


Se ha observado que a los pacientes que se les asesora en temas alimenticios y se les aconseja realizar ejercicio físico, mejoran mucho más  si además empiezan a practicar yoga y meditación de forma regular.
Es importante cuidar las relaciones sociales. Las personas que se refugian en el consumo de comida de forma compulsiva son personas necesitadas de afecto y que no tienen un entorno familiar y/o social gratificante.
El objetivo no debiera ser solo perder peso, sino empezar a tener unas pautas de vida sanas que nos permitiera mejorar nuestro estado físico y emocional.
Los pilares fundamentales para conseguir este objetivo son una buena alimentación, ejercicio físico y tener una vida familiar y social satisfactoria.



Tomar conciencia de cuál es  nuestra conducta en relación a la alimentación nos servirá de pauta. Para ello debiéramos:
1) Prestar atención a lo que comemos. Ver qué aspecto tiene, que sabor, masticar lentamente  y saborear la comida.
2) Ser conscientes de cómo nos sentimos horas después de haber comido.
3) Cambiar algunos hábitos, por ej. beber agua en lugar de refrescos que contienen azúcares.
4) Tratar de comer en silencio en un lugar cómodo y tranquilo.
5) Hagamos la compra con tiempo. Esto implica elegir los alimentos, con calma, antes de llevarlos a casa, leer las etiquetas de los alimentos. Esto nos dará una idea de cuáles son los ingredientes y de cómo pueden afectar a nuestro organismo.
6) Cuando tengamos un antojo, preguntémonos a que es debido.
7) Organicemos las comidas de la semana de acuerdo con unos criterios que sean sanos y sensatos. Actualmente hay  libros de cocina que ayudan en ese sentido. Se trataría de tener algo preparado para comer y así evitaremos caer en comer mal al llegar a casa
Acudir a la consulta de algún profesional que nos ayude seguro que nos va a ser útil.