dimarts, 23 d’abril del 2019

COMO AYUDARNOS A REDUCIR EL ESTRES LABORAL


Podemos reducir nuestro estrés laboral si tenemos en cuenta algunos aspectos, aparentemente muy básicos:

 

1) En cierta forma nuestra jornada laboral empieza en el momento en que nos despertamos. Esta sería la fase previa de nuestra jornada. En ese momento    reflexionar sobre lo que puede surgir a lo largo del día puede ayudar a organizarnos.
Levantarnos con tiempo suficiente para arreglarnos y desayunar, nos ayudara a sentirnos mejor durante el día.
Relacionarnos con las personas con las que convivimos en un marco de tranquilidad será posible si el tiempo es suficiente y eso también nos ayudará a salir de casa tranquilos.


2) La segunda fase de nuestra jornada laboral es el trayecto que tenemos para llegar hasta nuestro lugar de trabajo.
Tanto si vamos andando, en transporte público o en nuestro vehículo particular, tomar conciencia de nuestro cuerpo, de nuestra postura corporal y de nuestra respiración nos ayudará.
Dejar de lado el teléfono móvil o la radio y conectar con nuestros pensamientos nos mantendrá estables.


3) Estar en nuestro lugar de trabajo sin sentirnos estresados requiere ser capaces de concedernos momentos en los que podamos relajar la tensión que nos provoca nuestra tarea, por ejemplo, concentrándonos periódicamente en nuestra respiración o haciendo movimientos de rotación con la cabeza y el cuerpo para desentumecer los músculos o salir a caminar unos minutos, en lugar de tomar café o fumar.
Es importante no querer ir deprisa para resolver las cosas.
Realizar las tareas de una en una, concentrándonos en lo que estamos haciendo. Querer hacer varias tareas a la vez hace que nuestro rendimiento laboral disminuya.


4) Durante el espacio de la comida intentemos desconectar de nuestro trabajo. Si nos es posible podemos compartir espacio de la comida con personas que nos resulten agradables, de lo contrario es preferible comer solos.
La hora de la comida debiera ser un momento en el que nos podamos recuperar del esfuerzo de la mañana y que nos permita reiniciar el trabajo renovados.
Cuidar la relación con nuestros compañeros de trabajo nos permitirá mejorar nuestro entorno laboral y nos protegerá del estrés.


5) Al acabar nuestra jornada puede resultar agradable caminar un rato concentrándonos en nuestra respiración
Buscar momentos, a lo largo de la semana, para hacer ejercicio físico, nos puede ayudar a sentirnos menos estresados en general.
Revisar mentalmente como nos ha ido el día y pensar en nuestra escala de prioridades para el día siguiente, nos ayudara a ir desconectando progresivamente.


6) En el momento en que entramos en nuestra casa, ponernos ropa cómoda y concentrarnos en nuestra respiración durante cinco minutos , nos ayudará a cerrar el capitulo “trabajo” y centrarnos en nuestra vida privada.


dimecres, 17 d’abril del 2019

CUANDO EL TRABAJO NOS GENERA ESTRES


Trabajar nos aporta beneficios positivos: aparte de ganar dinero para nuestros gastos, nos relacionamos con otras personas y nos sentimos útiles.
Pero el trabajo también puede ser un generador de estrés. Hay profesiones en las que el nivel de exigencia es alto. En otras profesiones la responsabilidad es elevada.


El nivel de estrés psicológico puede variar según como encaremos las situaciones que vivimos en el trabajo. Podemos elaborar estrategias que nos permitan mantenernos atentos y tranquilos para evitar que nuestro funcionamiento en el trabajo se vea alterado. Esto pasa sobre  todo por cuidar  nuestra actitud mental:


1) Saber mantener una actitud de cierta distancia ante las situaciones laborales que vamos viviendo, por ejemplo, relativizando las “urgencias” que suelen surgir.
2) Ser menos reactivos ante los estímulos que surgen. Si somos capaces de detenernos a analizar la situación veremos claro que hacer antes de actuar de forma refleja.
3) Intentar tener claros nuestros límites y saber decir “no”, cuando consideramos que la situación no es adecuada para nosotros.
4) Intentar tener una visión clara de la situación que estamos viviendo. Tal vez descubriremos que necesitamos un cambio laboral o que tenemos que hablar con un compañero para aclarar las cosas o con el jefe para dialogar acerca de la situación que estamos viviendo.
Tal vez no sea necesario abandonar nuestro trabajo actual porque lo sintamos estresante, analizar cual es nuestra actitud respecto al trabajo nos puede ayudar a enfocar las situaciones de otra forma.


Técnicas que ayudan a reducir el estrés son la Relajación, la Meditación y la Psicoterapia tanto individual como grupal.
Las personas que sufren estrés a menudo presentan síntomas físicos: palpitaciones, dolor de estomago, dolor de cabeza, insomnio crónico, etc. Estas personas se sienten enfermas físicamente pero les cuesta darse cuenta de que sus dolencias tienen que ver con la situación de estrés que están viviendo. Recibir ayuda psicológica les hace ser conscientes de las situaciones que  están viviendo y como relajarse en cuanto empiezan a notar la situación de tensión.

Poder estar más tranquilos en la situación laboral pasa por contemplar esta situación desde una perspectiva más amplia que nos dará posibilidad de reaccionar con recursos personales.


dimarts, 9 d’abril del 2019

NUESTRO ROL SOCIAL NOS PUEDE GENERAR ESTRÉS


Entendemos por rol social el papel o función que desempeñamos dentro de nuestro ámbito familiar, social, o profesional.


Todos tenemos varios roles en nuestra vida. Podemos ser al mismo tiempo hijos, hermanos, padres, abuelos, esposos,  trabajadores o jefes, maestros o alumnos, médicos o pacientes, vendedores o compradores y un largo etcétera.
En cada momento de nuestra vida y según el rol que desempeñemos, nos sentiremos distintos. En el desempeño de nuestro rol nos influirá  lo que pensemos acerca de cómo  debemos comportarnos o lo que creamos que los demás esperan de nosotros.
En nuestra mente pueden aparecer diferentes creencias acerca de cómo debe comportarse un padre o una madre o un hijo, etc.
En el aspecto profesional podemos observar que en los equipos de trabajo cada uno acaba representando un rol: el líder, el que resuelve los problemas difíciles, el divertido, etc.

El identificarnos con un estilo de rol que sentimos ideal puede generarnos malestar, incluso puede dificultarnos  realizar las cosas como nosotros sentimos que tenemos que hacerlas. Por ejemplo si sentimos que hay un ideal de rol de padre tal vez no podremos desarrollar lo que nosotros sentimos que queremos hacer.
Muchas veces no somos conscientes de nuestras ideas acerca de los diferentes roles. Eso nos puede hacer perder espontaneidad .


Hablar con otras personas que se encuentran en la misma situación que estamos viviendo nosotros o que han pasado por ella nos puede ayudar a contemplar las cosas desde diferentes perspectivas y así ampliar nuestra visión. Nos será posible entonces contemplar diferentes posibilidades que no habíamos pensado.
Con frecuencia no es el rol que desempeñamos lo que nos estresa sino la relación que mantenemos con ese rol.
A veces el rol nos puede atrapar de tal manera que estemos pendientes solo de las cuestiones que ese rol implica. Pueden ser cuestiones de tipo familiar, social o profesional.
Si nos sentimos fuertemente identificados con un solo rol, predominará esa faceta en nuestra vida y dejaremos de lado el resto de factores vitales que nos afectan. Corremos entonces el riesgo de descuidar otros aspectos importantes, como pueden ser aspectos familiares en caso de volcarnos solo en nuestro rol profesional, o a la inversa, si nos volcamos en uno solo del nuestros roles familiares descuidaremos los demás. A veces sucede en las personas que se vuelcan totalmente en los hijos y descuidan a su pareja o  en las personas que se vuelcan tanto en sus padres que no  pueden desarrollar otros aspectos de su vida personal.


Cuanta más conciencia tengamos de los diferentes roles de nuestra vida más probable será que funcionemos bien en todos ellos sin quedar atrapados solo o uno.


dimecres, 3 d’abril del 2019

¿QUIEN NOS ESTRESA REALMENTE?


A veces decimos que nos sentimos estresados por las personas de nuestro entorno y suelen ser personas con las que convivimos habitualmente y a las que no podemos evitar de ninguna manera.


Pero el estrés no solo depende de las situaciones externas. También surge de nuestras situaciones psicológicas personales. Nuestros pensamientos, sentimientos y conductas influyen para que determinadas relaciones se conviertan en estresantes.
Hay diferentes formas de enfrentar las situaciones interpersonales que nos resultan estresantes:
1) podemos adoptar una actitud de sumisión
2) o intentar evitar el contacto con el otro.
3) o establecer un tipo de relación que se base en afirmar nuestra posición provocando enfrentamiento y discusión.
Cualquiera de las tres posibilidades resulta muy estresante y contribuye a nuestro desgaste personal.


Nuestras relaciones interpersonales pueden mejorar si estamos atentos a cuáles son nuestros pensamientos y sentimientos y los sabemos comunicar adecuadamente a las personas de nuestro entorno. Se trataría de poder relacionarnos con los demás de una forma inteligente desde el punto de  vista emocional.
Poder tener una actitud paciente, sabia y firme nos ayudará a relacionarnos porque la otra persona percibirá que le estamos comunicando nuestros sentimientos desde una actitud calmada y firme y también con una actitud respetuosa.
Hay que buscar la forma de expresar lo que sentimos, perder el miedo a expresar nuestros sentimientos de forma sincera.
Tal vez nos cuesta decir “no” a alguien o bien poner límites a la conducta del otro. Si lo sabemos expresar de una forma clara, firme y tranquila, la otra persona podrá entender  cuáles son nuestros sentimientos y modificar su actitud.



En primer lugar tendremos que intentar ser conscientes de cuáles son nuestros sentimientos ante determinada situación.
En segundo lugar ser capaces de expresar nuestros sentimientos en voz alta para que la otra persona nos escuche.
A veces tendemos a pensar que los demás adivinaran como nos sentimos, pero no es así, debemos expresar en voz alta de forma tranquila lo que sentimos para que nos entiendan.