dijous, 28 de desembre del 2017

COMO AFRONTAR LAS FIESTAS NAVIDEÑAS


Las fiestas navideñas son entrañables pero, no siempre son tan felices como se suele decir. Para muchas personas son momentos de soledad o son momentos de encuentro non gratos con familiares con los que prefiere no coincidir. También suele ser obligatorio asistir a las cenas de empresa o de otras entidades a las que pertenecemos y a las que no siempre nos apetece ir.



Pero lo que si solemos desear la mayoría de las personas es tener momentos de encuentro con personas queridas con las que compartir  una comida o una conversación tranquila.
Poder estar alrededor de una mesa y que haya un ambiente agradable es posible, aunque a veces, para algunas familias parece que sea difícil. Se trataría de poder cuidar como nos comunicamos con los demás esos días.
Dejar de lado los temas más espinosos es primordial. Hay cuestiones que no vamos a resolver en una comida navideña y sin embargo curiosamente siempre hay alguien que saca esos temas durante esas comidas tan entrañables. Lo que obtiene a cambio es una réplica enérgica por parte de otra persona del grupo familiar y se acaba teniendo una discusión.



Un buen propósito para esta situación sería proponer que algunos temas se aplazaran para otro día. Si dos más personas del grupo, tomaran la iniciativa de zanjar la cuestión, proponiendo dejar de lado los temas difíciles, probablemente se podría disfrutar de una reunión  agradable.
También hay quien tiene tendencia a hacer comentarios viperinos a costa de uno o varios compañeros de mesa. Saber esquivar esos comentarios con gracia, es un arte que se  puede aprender. Se trataría de evitar el enfrentamiento pero saber responder poniendo  un toque de humor que  no sea hiriente. Eso ayudaría a neutralizar al “gracioso”.


Si prevemos que las reuniones que se nos avecinan estos días van ser complicadas, va a ser fundamental que nos preparemos para ello. Los temas que suelen salir en esos días, o los comentarios que se pretenden chistosos acostumbran a ser repetitivos. Eso facilita que podamos pensar algún tipo de respuesta genérica para situaciones más o menos similares. Esa sería una manera de ejercitar nuestra agilidad mental.



También podemos cuidar cual es el lugar que ocupamos en la mesa intentando  sentarnos al lado de las personas más afines.

En días previos, si la situación nos agobia, cuidarnos a nosotros mismos, haciendo ejercicios de relajación puede ser una buena forma de paliar la ansiedad que en ocasiones provocan estos encuentros familiares y/o sociales.




dimecres, 20 de desembre del 2017

COMO EXPRESAR NUESTRO ENFADO


Cuando nos sentimos enfadados por algún motivo con alguien, sentimos que nos invade la ira. Este es un sentimiento que nos cuesta aceptar y expresar, especialmente si se trata de personas a las que queremos.


Pero la ira no deja de ser un sentimiento humano, como cualquier otro. La cuestión es cómo expresarla de una manera adecuada que mejore la relación con las personas que nos han hecho sentir mal. Si no la expresamos, la ira acabará surgiendo de alguna u otra manera.

Elegir como expresamos nuestra ira es importante.

La podemos expresar de tres formas principales:



a) de forma directa y activa: es cuando expresamos nuestro enfado con insultos o gritos, o con una actitud de desprecio hacia el otro.

 b) De forma indirecta y pasiva: es cuando expresamos nuestro enfado mediante sarcasmos, criticas, chismorreo o dejamos de hablar con la otra persona.




c) Expresando nuestros sentimientos ante la situación que nos ha ofendido de forma clara y respetuosa hacia el otro.

La tercera opción implica que seamos capaces de escuchar también las razones de la otra persona, quizás por eso es la más difícil de aplicar, pero es la que nos va ayudar a mejorar la relación y a resolver el conflicto que haya surgido.



Si escuchamos las razones de la otra persona, probablemente veremos algo de verdad en lo que expresa y tal vez podremos entender algo acerca de cuáles son sus sentimientos y sus pensamientos. Si es necesario, podremos preguntarle algo más acerca de cuáles son sus razones para comportarse como lo hizo.

Escuchar al otro nos debiera dar la posibilidad de explicar nosotros también cuáles son nuestras razones y nuestros sentimientos acerca de la situación que se haya producido.



No siempre es posible este planteamiento. Si la otra persona se pone a la defensiva , no será posible este dialogo en el que ambas partes hablan de sus sentimientos y se ponen de acuerdo para empatizar mutuamente. Lo más prudente entonces es esperar a otro momento más idóneo en el que la otra persona esté dispuesta a escuchar.


divendres, 15 de desembre del 2017

AYUDANDO A SOLUCIONAR PROBLEMAS

En nuestra vida cotidiana podemos encontrar múltiples situaciones en las que será importante ejercer nuestra capacidad de ayuda Podríamos poner múltiples ejemplos: una amiga que sufre una ruptura de pareja, o un hijo que ha perdido su empleo, un hermano que ha sufrido un desengaño y así podríamos seguir enumerando situaciones  dolorosas que pueden afectar a personas de nuestro entorno.


Cuando alguna persona sufre, es natural que queramos ayudarla. Pero, con frecuencia nos  sorprende ver que no es fácil. Probablemente esa persona a la que queremos ayudar, se enfadará con nosotros si le preguntamos qué le pasa. Nos sentiremos entonces dolidos.
Si nos paramos a pensar en la situación, comprenderemos porqué a la persona que ha tenido un disgusto, le cuesta aceptar nuestra ayuda.


En primer lugar la persona que sufre lo que necesita es ser escuchada.
Nos parecerá que estamos haciendo poca cosa para ayudarla si “solo” la escuchamos atentamente. Rápidamente descubriremos que al escucharla atentamente se va sintiendo más aliviada.
Ayudar con tacto a expresar como se siente, será más útil que darle “soluciones” al problema.


Podremos ayudarla a expresar como se siente si somos capaces de empatizar con sus sentimientos, siendo capaces de ponernos en su lugar emocionalmente. Esto nos puede resultar incomodo, incluso doloroso, especialmente si hemos sufrido alguna vez un problema semejante.
Suele ser más fácil dar consejos desde la distancia emocional o dar ánimos sin sintonizar con el dolor de la otra persona, pero entonces nuestras frases suenan falsas o caemos en tópicos que más bien ofenden al que sufre.
Evitar cualquier comentario que suene a crítica es importante.
Deberemos tener cuidado con las preguntas que hacemos, podrían herir susceptibilidades. A veces las preguntas pueden sonar sarcásticas o tocar puntos sensibles del problema que aqueja a la persona que sufre, sin que nosotros seamos conscientes de ello.
Dar ánimos es un recurso que hay que utilizar con prudencia, podemos sonar poco auténticos.


Si hemos escuchado atentamente a la persona y hemos empatizado con su problema, tal vez, podremos demostrárselo con algún comentario que la ayude a sentirse mejor. Dar tiempo para que esto sea posible es importante. Podemos ofrecernos para seguir dialogando acerca de la situación en días sucesivos si la persona lo desea, esto le ayudara a poder ver el problema con mayor perspectiva.


dimecres, 6 de desembre del 2017

COMO MEJORAR LA RELACIÓN CON NUESTRA PAREJA


Comunicarnos bien con nuestra pareja   ayuda a que la relación sea estable y fructífera.
Si queremos conseguir una buena comunicación conviene tener en cuenta dos factores: saber expresar lo que queremos y saber escuchar al otro.



Dedicar un tiempo cada día para estar con nuestra pareja en algún lugar tranquilo, para poder hablar sin interrupciones, debiera ser un habito a fomentar, 15 minutos diarios sería suficiente.
Para que ese tiempo que dedicamos a comunicarnos fuera útil, convendría tener en cuenta algunas condiciones que favorecen que la comunicación sea fluida.
En investigaciones recientes en EEUU han desarrollado  técnicas para incrementar la buena comunicación entre los dos  miembros de la pareja. Un ejercicio para restaurar la comunicación seria sentarse uno frente al otro, cada uno desempeñaría un rol: uno seria el hablante y el otro el oyente. Estos roles se intercambiarían luego, para que el que hizo de oyente fuera el hablante y viceversa.


1) El rol del hablante es expresar durante 30 segundos lo que piensa y siente respeto a alguna situación que haya sucedido en la relación de pareja. El hablante debe expresarse  en lenguaje claro y directo, de forma correcta y no especial enérgica.
2) El oyente escucha atentamente, y cuando el otro ha terminado de hablar, hace un resumen en voz alta, de lo que ha escuchado, intentando explicar de forma clara y concisa que es lo que ha entendido de cuáles son los pensamientos que ha expresado su pareja.
3) El hablante puntúa al oyente de 0 a 100. Si la puntuación es inferior a 95, el oyente pregunta al hablante que es lo que siente que ha olvidado en el resumen que hizo.
4) luego se invierten los papeles y se sigue el mismo procedimiento.


En este ejercicio es importante la actitud de ambos miembros de la pareja.
El oyente debe escuchar sin interrumpir, mirando a los ojos  del que habla. La actitud ha de ser de espeto y de atención. Cuando el oyente hace el resumen de lo que ha escuchado no debe hace juicios de valor, no hacer comentarios irónicos.
El hablante debe exponer lo que piensa o siente respeto a una situación real, sin hacer comentarios humillantes o que puedan hacer daño al oyente.
Este es un ejercicio en el que es importante la humildad y la buena voluntad por ambas partes.

Si se realiza de acuerdo con estas pautas, favorece la confianza en el seno de la pareja y da lugar a una mayor intimidad. 





dilluns, 27 de novembre del 2017

APRENDE A RELACIONARTE CON PERSONAS COMPLICADAS


En nuestra vida cotidiana, tanto personal como profesional, es frecuente encontrarnos con personas que son de trato difícil.

Suelen ser personas que se dirigen a nosotros con comentarios despectivos o frases aparentemente inocentes pero que encierran ganas de hacer daño.




En semejantes situaciones querríamos defendernos de esos comentarios. Saltar con una respuesta que expresara sentimientos de ira. Esta sería una reacción humanamente comprensible, pero que no mejoraría para nada la relación con la persona complicada. Probablemente la situación empeoraría frente al resto de las personas del entorno.

No podemos, tampoco, quedarnos paralizados sin hacer nada, atrapados por sentimientos de rabia.




Una manera de salir de esta situación que nos angustia y nos preocupa seria analizar cómo reaccionar. Para ello deberíamos empezar a anotar los comentarios que nos haya hecho esta persona, en una especie de diario. Podemos, luego, a solas en nuestra casa, pensar que respuesta seria la más adecuada.

Si podemos contar con la ayuda de una persona de confianza, podríamos empezar a practicar con esta persona un ejercicio que nos ayudaría todavía más que pensar a solas que podríamos haber contestado. Esta persona amiga nos puede ayudar con sus comentarios.




El ejercicio consta de varias fases:

1) Nuestra persona de confianza nos dice una de las frases desagradables que hemos anotado en nuestro diario, empleando un tono parecido al de la persona que nos criticó en su momento.

2) Nosotros contestamos, intentando que nuestra respuesta no sea a la defensiva. Un tipo de frase que desarmaría al otro es aquella en la que encontráramos algo de verdad en lo que ha dicho el que nos critica.

3) Podemos hablar también con nuestra persona de confianza acerca de cuáles pueden ser los sentimientos y los pensamientos que tal vez pasan por la cabeza de la persona que nos haya hecho los comentarios desagradables. Esto nos ayudará a utilizar otra técnica de comunicación interesante que es resumir lo que la persona nos dijo como forma de respuesta en el momento en que nos dicen algo desagradable.

4) Otra forma de reaccionar ante un comentario desagradable o crítico es hacerle una pregunta a la persona que nos está hablando de esa manera. La pregunta intentaría que nos aclarara qué piensa cuando hace esos comentarios.



5) En lugar de intentar rebatir lo que la persona complicada dijo, es preferible poder expresar cuales son nuestros sentimientos ante su comentario.

6) También puede ser útil poder encontrar algo positivo en lo que dijo la persona complicada y transmitírselo desde el respeto, aunque nos sintamos ofendidos. Eso ayudará a modificar la actitud del otro.


dimarts, 21 de novembre del 2017

COMO AFRONTAR LAS CRITICAS


Saber como afrontar las citicas nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos y a mejorar nuestra relacion con las personas de nuestro entorno.





Intentar llevar la contraria a los que nos critican solo servirá para que estos se reafirmen en lo que dicen. Nos sentiremos, entonces, dolidos.
También es posible que reaccionemos con rabia y solo sintamos ganas de contestar algo hiriente al otro, con lo cual se resentirá gravemente la relación con esa persona.
Si sabemos enfocar los comentarios críticos con habilidad podremos desarmar a los que nos critican e incluso mejorar la relación con ellos.
Para conseguirlo deberíamos en primer lugar intentar entender de donde surge la crítica, es decir cuáles son los sentimientos de la persona al expresar el comentario que nos resultó hiriente.




Es posible que haya algo de verdad en lo que la persona expresó. Entonces deberíamos poder aceptarlo. Esto hará que la persona que nos critica se sienta desarmada, especialmente si además podemos añadir algo acerca de cuáles son nuestros sentimientos en relación a la situación que haya sido el motivo de crítica.
Si todo esto se hace desde el respeto hacia el otro, se podrá resolver la situación de una forma favorable para nosotros, ya que se aclarará aquello por lo que fuimos criticados y además posiblemente mejorará la relación con la persona con la que surgió el conflicto.


Para conseguir llevar la situación a buen término sería necesario además:
1) una buena dosis de humildad por nuestra parte. No siempre es fácil reconocer que el otro tiene parte de razón cuando nos critica.




2) Dedicar un tiempo a pensar que es lo que podríamos haber contestado cuando fuimos criticados. Para conseguir esto puede ser útil poner por escrito lo que sucedió en forma de dialogo: “él me dijo “, “yo le dije”, etc. Y añadir las respuestas posibles que podríamos haber dado en la situación que se produjo. Las respuestas posibles deberían poder incluir una cierta empatía hacia la persona que nos criticó. Es decir intentar intuir cuales eran los pensamientos y los sentimientos de la persona cuando nos criticó.

3) Lo anterior requiere capacidad de observación y de reflexión por nuestra parte. Las respuestas no pueden ser un ataque impulsivo hacia el otro.


4) Debemos actuar con sinceridad hacia nosotros mismos. La reflexión acerca de lo sucedido no siempre será agradable.


5) También es necesario tener paciencia y constancia





diumenge, 12 de novembre del 2017

COMO TRATAR CON PERSONAS COMPLICADAS

Tanto en las relaciones familiares, como sociales, especialmente en el trabajo, nos encontramos obligados a relacionarnos frecuentemente con personas con las que nos resulta difícil llevarnos bien.



Hay diferentes tipos de lo que denominamos “personas complicadas”. Puede tratarse de alguien que nos trata con aires de superioridad, o de quien elude sus responsabilidades y espera que los demás carguen con el trabajo, o de personas tercas que difícilmente dan su brazo a torcer, o de quien pretende controlarlo todo, o de personas en las que notamos sentimientos de envidia. En general son personas que no nos hacen sentir bien, que nos generan tensión.
Para evitar los conflictos que pudieran derivarse de estas relaciones difíciles, convendría tener en cuenta, en primer lugar que no podemos pretender cambiar a estas personas. Si intentáramos un dialogo con ellas, probablemente, solo conseguiríamos que reforzaran su postura. La situación resultaría tan frustrante para nosotros como para ellas.
Son personas con las que nos va a resultar difícil establecer una relación de confianza o de amistad.



Pero si que podemos intentar que la relación sea suficientemente buena o como mínimo que se mantenga en los términos de una cierta cordialidad.
Algo que nos va a ayudar siempre es intentar ver que tienen de positivo estas personas y poder decírselo. Tendremos que cuidar que lo que digamos sea autentico.
Con las personas que se muestran con aires de superioridad probablemente no vamos a poder conseguir mucho más. Por otra parte, estas, son personas que suelen ser muy exigentes consigo mismas y que no nos prestaran demasiada atención a no ser que pretendan conseguir alguna cosa de nosotros.
Con el resto de personas complicadas que podamos encontrar, nos va a resultar útil intentar ponernos en su lugar, intentando entender cuáles son sus pensamientos y sus sentimientos.



Si se dirigen a nosotros con alguna frase que sentimos injusta, nos será útil no ponernos a la defensiva.  Aceptar lo que pueda haber de verdad en lo que nos dicen y hacer  alguna pregunta para que esa persona explique mejor que quiere decir. Esto nos puede ayudar a reunir información y dar alguna aclaración que refuerce  nuestra postura . 
Poder reflexionar posteriormente acerca de lo que haya ocurrido, intentando analizar que parte hemos tenido nosotros en lo sucedido, nos puede ayudar a entender mejor como actuar en situaciones futuras.


dijous, 2 de novembre del 2017

COMO RELACIONARNOS CON LAS PERSONAS QUEJOSAS




Todos recordamos a personas que se quejan permanentemente. Suelen ser personas de nuestro entorno profesional, familiar o social, de las que aunque queramos no podemos huir. Con lo cual, tenemos que oír sus quejas y eso nos produce malestar.

Una tendencia natural para ayudarles es darles consejos o intentar animarles. Pero nos sentimos frustrados cuando vemos que no solo no escuchan nuestros consejos, sino que parece que estos solo sirven para que se redoblen sus quejas.

Nosotros podemos pensar que sería fácil resolver los problemas de esa persona si ella siguiera nuestros consejos, pero para ella nuestros consejos no sirven





Las personas quejosas necesitan que se les escuche, que se reconozca que tienen motivos para quejarse y que se les dé alguna muestra de aprecio.

Si queremos ayudarles tenemos que saber ver algo de cierto en lo que dicen cuando se quejan, escucharles atentamente para poder entender que les pasa y que eso nos permita ponernos en su lugar. Es decir, tendríamos que saber empatizar con sus pensamientos y con sus sentimientos y si les escuchamos atentamente descubriremos que las quejas disminuyen.



Esa actitud de escucha con respeto y unas palabras que demuestren que realmente les hemos escuchado, ayudan a que la persona quejosa se sienta comprendida y aceptada.

Es costoso aprender a tener esa actitud, pero en la mayoría de los casos, si la relación con esa persona es habitual y la apreciamos, aprender a enfocar la relación de una forma que sea viable para ambos, hará más fácil la relación.






No es fácil aprender cómo ayudar a las personas quejosas. Por ese motivo se han creado grupos de ayuda para personas que tienen que cuidar personas con enfermedades crónicas, o profesionales que tienen que dirigir equipos de trabajo, o que tienen tareas educativas en las que tienen que escuchar con frecuencia quejas tanto de los alumnos como de los padres de estos.

También en los grupos familiares se encuentra siempre alguna persona más quejosa que el resto que carga a los otros con las tensiones y estos no saben con canalizar la situación.




Saber escuchar a la persona quejosa y transmitirle algo que realmente la ayude, no suele ser fácil  porque la persona quejosa nos suele despertar enfado, frustración y nos deja paralizados con sus quejas. Pero también tenemos que entender que si pretendemos aconsejarles, sienten que se les está imponiendo un cambio de actitud contra el cual se rebelan. Se produce entonces sin darnos cuenta una pugna entre nosotros y la persona quejosa.


Si el quejoso únicamente quiere ser escuchado y no busca ayuda realmente, lo único sensato que podemos hacer es escucharle y ver qué hay de verdad en lo que dice. Al sentirse apreciado es cuando podrá empezar a ver las cosas de otra manera.


dijous, 26 d’octubre del 2017

COMO SER AMABLE Y AUTENTICO

A veces confundimos  ser autentico con ser poco amable. Como  si decir la verdad consistiera en decir cosas poco agradables.

Con frecuencia  tenemos la impresión de que no podemos fiarnos del todo de las personas que nos dicen algún cumplido.

En realidad la relación con las personas con las que nos relacionamos, se hace mucho más agradable si nos acostumbramos a decir cosas positivas que si decimos solo las negativas. Ambas existen ¿por qué decir solo las negativas?

Los comentarios positivos son como caricias que ofrecemos a las personas que nos rodean, siempre que expresen amabilidad comprensión y respeto.  

Si estamos enfadados con alguien evidentemente nos va a costar decirle cosas positivas pero también es posible que la relación mejore si intentamos dialogar con esa persona partiendo de alguna premisa positiva. Tal vez esto facilitará que la otra persona pueda escucharnos aunque en nuestro relato incluyamos también los aspectos negativos que nos hicieron enfadar.

En otros momentos tendremos que decirle a alguien algo que no nos haya gustado y temeremos disgustarle. Pero si tratamos a la otra persona con amabilidad y no intentamos humillarle podremos decir lo que sea sin problemas. La otra persona no va a sentirse ofendida, y tal vez aclararemos algún  malentendido.

¿Pero cómo hacer comentarios positivos?

a)   una condición esencial es que los comentarios positivos sean hechos desde la sinceridad. Si hacemos un elogio a alguien tiene que basarse en algo que sea autentico.

b)   Expresar lo que pensamos con  respeto.

c)    Es conveniente estar atentos a nuestro lenguaje corporal. Este debiera transmitir una actitud cálida y comprensiva.





En nuestro día a día podríamos hacer la prueba de decir comentarios positivos a las personas con las que nos relacionemos durante una semana. Nos resultará sorprendente ver como se modifica la relación con esas personas. Puede tratarse de alguien que nos atendió en una tienda, o en el transporte público, o alguien en nuestro trabajo o  de nuestra familia. Gracias a esa actitud positiva observaremos que las personas están más dispuestas a escucharnos y más predispuestas a ayudarnos.




dijous, 19 d’octubre del 2017

PREGUNTAR SIN AGOBIAR



A veces pensamos que es imprudente o innecesario preguntar a los demás acerca de sus sentimientos o de sus pensamientos. Este temor puede distorsionar nuestra relación de pareja o la relación que tenemos con otras personas de nuestro entorno social o profesional.
Preguntar es necesario para poder entender  que le sucede y que piensa la persona con la que nos estemos relacionando.



La cuestión importante a tener en cuenta es: ¿cómo preguntar?:

1) Hacer preguntas abiertas que hagan que el otro exponga sus ideas puede ayudar a resolver malentendidos. Es conveniente dejar que la otra persona exprese sus sentimientos.

2) Nuestra actitud debiera  ser abierta y tolerante.Si estamos dispuestos a escuchar, podremos tal vez descubrir que estamos equivocados en algún aspecto. Si fuera así, estar dispuestos a cambiar nuestra manera de comportarnos, nos podrá permitir también que el otro nos escuche cuando demos nuestras razones.

3) El tono de la pregunta debiera ser amistoso

4) Es importante cuidar el lenguaje corporal. Adoptar una actitud receptiva, sin expresar enfado,  ayudará a que la otra persona se sienta más cómoda expresando lo que piensa.

5) El tono de las preguntas será distinto si se trata de una relación personal o profesional.

6) Hay que saber elegir el momento para hacer las preguntas.



Aunque nos resulte incomodo al principio, utilizar una comunicación más directa en nuestras relaciones personales, pronto descubriremos que es más fácil relacionarse con los demás porque entenderemos que les sucede. También esa comunicación más abierta permitirá que nosotros podamos expresarnos y que los otros no tengan que adivinar nuestro pensamiento.

Si aprendemos comunicarnos, sin miedo a hacer preguntas, descubriremos que es posible zanjar cuestiones pendientes y disipar temores que nos angustiaban.  






diumenge, 8 d’octubre del 2017

¿ COMO EMPATIZAR CON LOS DEMÁS?



Aunque pensamos que entendemos a los demás no siempre es así.
Nos habrá sucedido alguna vez que nuestro cónyuge o una persona amiga o un colega, se nos ha acercado con expresión preocupada y nos ha explicado cómo se sentía en relación a algún tema. Tal vez nosotros hemos contestado algo y la otra persona se ha enfadado con nosotros. Hemos pensado entonces que no entendíamos nada.
Alguien nos dirá “es que te falta empatía”. 
¿Y qué es la empatía?”


La empatía es la capacidad de intentar entender que piensa y que siente la persona con la que estamos hablando, dejando de lado que es lo que pensamos y sentimos nosotros en relación con el tema de que  se trate.

 Para empatizar con otra persona tendríamos que:
A) intentar entender lo que piensa 

B) intentar entender lo que siente

C) saber transmitir este entendimiento de sus pensamientos y de sus sentimientos de manera cálida y respetuosa para que la otra persona se siente comprendida y aceptada.





A) Para intentar entender lo que piensa la otra persona nos tenemos que concentrar en escucharla, dejando de lado lo que pensemos nosotros acerca del tema de que se trate, simplemente escuchar atentamente. 
En situaciones de conflicto esto es difícil porque nos pondremos a la defensiva y no escucharemos al otro, solo pensaremos en defendernos, con lo cual perderemos capacidad de atención.

Escuchar al otro requiere prestarle nuestro tiempo y atención.

Si hemos escuchado atentamente al otro, podremos decirle en voz alta lo que hemos entendido de lo que nos ha dicho para verificar que es correcto.

Ser capaces de repetir lo que dijo la otra persona se consigue si hemos escuchado atentamente. La otra persona captará que le hemos escuchado. Podemos añadir alguna expresión en el  sentido, “si he entendido bien, parece que….”


El tono que usemos es importante. No se trata de repetir lo que dijo el otro como si lo hubiéramos memorizado, sino sintetizar la idea que hemos entendido y transmitirla con respeto.

No quiere decir que estemos de acuerdo con lo que nos dijo, ni que le estemos dando la razón, simplemente transmitimos que le hemos escuchado.

Adaptar lo que digamos al contexto también es importante. 
B) Intentar entender cómo  se siente la otra persona en relación a lo que nos ha explicado, nos ayudará a comprender mejor que es lo que nos están expresando.

Si la otra persona capta que estamos entendiendo y teniendo en cuenta sus sentimientos no se pondrá a la defensiva y es más probable que pueda entender y aceptar nuestros sentimientos. Esto nos ayudará en situaciones de conflicto.





En la mayoría de los casos, cuando alguien nos habla de algo que le preocupa, lo más importante es saber escuchar y que la otra persona entienda que le hemos escuchado y que aceptamos lo que nos dice desde el respeto. No se trata de “ayudarle” o de “resolverle el problema”. Con frecuencia lo único que necesita la otra persona es ser comprendida y escuchada.