Nuestra
vida está llena de cambios a los que nos vemos obligados a responder de una u
otra forma. Pueden ser cambios a nivel físico, social, familiar, o incluso de
nuestra manera de ver las circunstancias de nuestra vida.
Poder
adaptarnos a los cambios es necesario, la cuestión es cómo, porque los cambios
nos generan estrés. Con frecuencia los sentimos como una amenaza. Según como
reaccionemos a ellos podremos enfrentarnos mejor a las nuevas situaciones.
Poder
reforzar nuestra resiliencia ante las situaciones nuevas nos ayudará a
encontrar la forma de salir airosos de la presión que se haya generado en nosotros.
La
práctica de la meditación refuerza nuestra capacidad de ver las situaciones
nuevas con mayor perspectiva y nos previene de caer en reacciones impulsivas. Responder
a lo nuevo de manera reflexiva nos protege de los efectos nocivos del estrés en
nuestro organismo.
Debemos
estar atentos a como respondemos a los cambios que van surgiendo en nuestra
vida, porque incluso los cambios vitales positivos se pueden transformar en
situaciones de sufrimiento si no sabemos adaptarnos a ellos.
Cada cambio vital
va acompañado de una constelación de situaciones y cada una de ellas según como
las vivimos pueden hacer que transformemos un hecho positivo en negativo.
Situaciones
positivas como, por ejemplo, casarse o tener un ascenso profesional, pueden
despertar en nosotros temores o ansiedades a las que tal vez,no sepamos responder
adecuadamente y acabemos sintiendo ese hecho positivo como generador de
sufrimiento y estrés. Se frustran entonces nuestras expectativas y la relación
de pareja acaba en divorcio o acabamos abandonando el puesto que habíamos
deseado conseguir. Nos sentiremos frustrados por no haber podido adaptarnos a
las nuevas circunstancias que nos llevan a malograr una situación deseada.
Todos
conocemos personas que esperaban con ilusión la jubilación, pero que con el
tiempo se sienten frustrados. No parece lógico, visto desde fuera. Pero eso
sucede cuando uno no se ha preparado bien para poder utilizar todo el tiempo
libre del que va a disponer de un día a otro. Con el cambio de tipo de vida,
además, la persona ha perdido un ambiente de relaciones y de actividades, un
prestigio profesional y una diversidad de situaciones que ocupaban su vida. Buscar
la forma de entablar nuevos vínculos personales y actividades que den sentido a
esta nueva etapa de la vida nos ayudará a sentirnos realizados.
Todas las situaciones a las que no conseguimos adaptarnos
nos generan estrés. Para poder superar ese estrés deberíamos analizar como percibimos
las nuevas situaciones y poder encontrar la forma de adaptarnos al cambio
continuo que va sucediendo en nuestra vida.
Para ello siempre es útil contar con la ayuda de alguna persona amiga o bien poder consultar a algún psicólogo especialista en psicoterapia.