dimecres, 27 de setembre del 2017

COMO COMUNICARNOS BIEN CON LAS PERSONAS QUE NOS RODEAN

Comunicarnos bien con las personas que nos rodean es fundamental para poder sentirnos bien con nosotros mismos.
Si conseguimos comunicarnos adecuadamente con  las personas de nuestro entorno sentiremos que todo fluye de una manera más agradable, nos sentiremos comprendidos y también comprenderemos a los otros.



Para lograr esa buena comunicación con los demás se requieren tres actores fundamentales:
1)   Saber escuchar
2) Saber expresar nuestros sentimientos adecuadamente
3) Tener una actitud de respeto hacia los demás.

Cuando alguien no escucha a los otros, no expresa adecuadamente sus sentimientos y no transmite una actitud de respeto, se producen cortocircuitos en la comunicación que generan tensiones, rupturas de relaciones y frecuentemente pueden haber discusiones. Todo esto es una fuente de malestar personal para las personas implicadas en la situación.

Escuchar bien quiere decir prestar atención a lo que la otra persona nos está diciendo, sin prejuicios y sin ponernos a la defensiva.

Expresar  nuestros sentimientos adecuadamente, quiere decir poder hablar de cómo nos sentimos sin mostrarnos hirientes hacia la persona que nos escucha. Este aspecto es delicado, porque con frecuencia no somos conscientes de como puede escuchar la otra persona aquello que estamos diciendo. Sucede a menudo con las bromas que pretendiendo ser simpáticas son más ofensivas de lo que pudiéramos imaginar. 

La actitud de respeto hacia los demás sería básicamente poder dirigirnos a los demás sin menospreciarles. A veces pretendiendo ser simpáticos podemos hablar al otro con una actitud de superioridad que le puede resultar ofensiva. De nuevo aquí, encontraríamos situaciones personales en las que no hemos sido conscientes de cómo nos acercábamos al otro y la otra persona ha acabado retirándose sin que nosotros entendiéramos que le había sucedido.



La comunicación entre humanos está llena de matices sutiles que conviene tener en cuenta cuando nos relacionamos con los demás, especialmente con las personas más próximas a nosotros. De lo contrario se desencadenan conflictos de relación de pareja, ruptura de amistades o problemas con los compañeros de trabajo que no acabamos de entender.
Estos conflictos surgen a menudo porque nos cuesta captar cual es nuestro papel en esas situaciones.  
No podemos cambiar a los demás pero si podemos intentar entender que papel tenemos nosotros en el conflicto para ver como remediarlo.
Uno de los errores frecuentes es intentar esconder nuestros sentimientos por miedo a desencadenar el conflicto. Esta táctica solo hace que empeorar la situación. En cambio poder encontrar la forma de hablar de manera clara de que es lo que nosotros sentimos ante determinado hecho puede ayudarnos a que la otra persona nos aclare cual es su punto de vista respecto a la situación.



Un ejercicio interesante puede ser escribir en un papel que es lo que nos dijo la persona con la que tuvimos algún conflicto y que es lo que respondimos nosotros.
Si después reflexionamos acerca de la respuesta que dimos podemos analizar si esa fue o no una buena respuesta que favoreció la comunicación o no. Podremos también  analizar las consecuencias de esta respuesta ¿nos ayudó a resolver el problema? ¿ lo empeoró?¿por qué ?


dijous, 21 de setembre del 2017

COMO EVITAR UNA DISCUSIÓN Y CONSEGUIR UNA BUENA RELACIÓN

Cuando nos relacionamos con los demás pueden surgir situaciones conflictivas que crean tensión y pueden acabar en una discusión. Surgen entonces acusaciones mutuas y o bien acabamos por sentirnos culpables o culpamos al otro.



Ninguna de las dos opciones ayuda a resolver el problema. En ambas aparecen pensamientos que no reflejan la realidad tal como es. Tanto si nos culpamos a nosotros mismos como si culpamos al otro, lo más probable es que estemos distorsionando la realidad.
Si culpamos al otro nos sentiremos ofendidos, enfadados y dolidos.
Si nos culpamos a nosotros mismos nos sentiremos avergonzados  y eso nos generará angustia.
Ambas situaciones generan mucho dolor.


Si observamos la conducta de alguien que discute sintiendo que el otro es culpable veremos que sus argumentos son siempre a la defensiva, ya que siente que su interlocutor no ha actuado bien. La tendencia del que culpa al otro es de apartarse de la persona que siente que le ofendió o bien buscar una revancha con lo cual se generan nuevas discusiones y rencores.



En cambio la persona que tiende a sentirse culpable suele alejarse de los demás por temor a ser criticada. Al apartarse, pierde relaciones y va surgiendo en ella un sentimiento de fracaso y de desánimo.


Una solución alternativa en las situaciones conflictivas que surjan en nuestra relación con los demás, seria  pensar sin prejuicios, en lo que ha sucedido intentando entender  cual  es el problema
 Eso nos ayudaría a ver qué es lo que se puede hacer para resolver la situación.
Aunque estemos tristes, dolidos o preocupados por la situación, si tenemos curiosidad por entender podremos sentirnos mejor.
Poder hablar con la persona con la que hemos discutido para aclarar las cosas puede ayudar siempre y cuando estemos seguros de no acabar repitiendo la discusión.
Si la actitud mutua es de respeto y comprensión se podrá restablecer la confianza y la relación será satisfactoria para ambas partes.


dimecres, 13 de setembre del 2017

COMO MEJORAR NUESTRA RELACION CON LOS DEMÁS



Nuestro estado de ánimo influye en como vemos la realidad. Podemos ver la realidad de diferente forma según como nos sintamos con nosotros mismos, lo cual dará lugar a distorsiones de la realidad que generaran conflictos a nuestro alrededor.




Distorsionamos la realidad cuando somos muy rápidos sacando conclusiones, o bien siendo rotundos y sin matices en las opiniones que tenemos de los demás.

También distorsionamos nuestra realidad cuando nos sentimos derrotados y nos decimos a nosotros mismos: “las cosas no cambiaran”.


 Nuestra relación con los demás se verá condicionada por la forma como les percibimos:

Podemos ver la parte positiva de algunas personas, de otras en cambio, solo veremos la parte negativa. A veces etiquetamos a algunas personas, costándonos entonces ver sus cambios y aproximarnos a ellos de acuerdo con esos cambios.

Podemos tener tendencia a culpar a los demás de lo que nos sucede o por el contrario tender  a autoinculparnos.


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 Ser objetivos nos ayudará a entender algo mejor la realidad de nuestro entorno y a mejorar nuestra relación con las personas más próximas a nosotros.

 Para conseguir ser objetivos se trataría de poder analizar cualquier situación conflictiva sin prejuicios, intentando detectar que ha sucedido, esto nos ayudaría a poder encontrar la forma de resolver  el conflicto. 
Tener curiosidad por entender que ha sucedido, nos ayudará a superar sentimientos de tristeza o de preocupación ante determinados hechos.


La forma como nos comunicamos con los demás en las situaciones conflictivas también es muy importante: 

1) ser capaces de escuchar para entender la critica que nos haga la otra persona.

2) hablar de forma tranquila, respetuosa, exponiendo nuestra forma de pensar.

3) Dialogar con la otra persona sin imponer nuestra opinión. 



 Una actitud abierta y comprensiva con ganas de entender y de que el otro nos entienda, puede facilitar que se establezca una relación confiada y satisfactoria


dilluns, 4 de setembre del 2017

QUE INFLUYE PARA QUE UNA PAREJA SEA FELIZ


Se han hecho estudios acerca de los factores que influyen para que una pareja sea feliz. En estas investigaciones se tenía en cuenta muchos factores personales, familiares y demográficos.

Sorprendentemente se  llegó a la conclusión de que ninguno de estos factores era determinante para que la relación de la pareja fuera buena o mala. Independientemente de la edad, de si tenían hijos o no, del nivel socio-cultural  o económico de ambos, la relación entre ambos miembros de la pareja podía ser  feliz o no.



En estas investigaciones se llegó a verificar que el factor que más influía en la calidad de la relación entre las dos personas de la pareja, era la actitud de cada uno de ellos hacia el otro y hacia sí mismo. Sin embargo, los investigadores tuvieron que reconocer que incluso en el tema de las actitudes había que matizar mucho más.

La actitud de cada una de las dos personas de la pareja puede oscilar entre la actitud de sumisión, de exigencia, de dependencia o de desapego. Cada una de estas actitudes condiciona un abanico de sentimientos y de comportamientos en la relación del individuo con el entorno y especialmente con las personas más próximas.

Una persona con tendencia a la sumisión tenderá a querer complacer a las demás, a eludir las situaciones conflictivas, se derrumbará a la mínima crítica y tenderá a sentirse culpable si algo va mal.

Una persona con tendencia a ser exigente tenderá a esperar que el otro le satisfaga en todos sus deseos y manifestará su enfado si esto no se cumple.  

Aunque pudiéramos pensar que una persona sumisa y una persona exigente pudieran ser complementarias, en la práctica, al cabo de poco tiempo surgirían problemas.

Lo mismo sucedería con las otras dos actitudes definidas por los investigadores: la actitud de dependencia y la actitud de desapego.



En  la actitud de dependencia destacan el miedo a ser rechazado por el otro, la necesidad de recibir elogios con frecuencia y el esperar que el otro sepa siempre como hacernos felices.

En la actitud de desapego, destaca la necesidad de ser siempre perfecto, dificultad para aceptar los errores propios y ajenos.  La persona con actitud de desapego tiende a ser reservada en cuanto a sus sentimientos y sus pensamientos.

Los investigadores hallaron otro factor determinante en la calidad de la relación de pareja  y es el manejo de la culpa. Las personas que tendían a culpar al otro de todo lo que sucedía tendían a sentirse más infelices   y a tener más dificultades para mejorar la calidad de la relación. Las personas que tendían a autoinculparse de los problemas, se sentían bloqueadas y desanimadas, corriendo el riesgo de caer en una depresión. Es decir, no ayuda a salir de una situación conflictiva culpar al otro pero tampoco ayuda la tendencia a autoinculparse.



Se halló que el esquema mental que ayuda a resolver las situaciones de conflicto en la  relación de pareja es la responsabilidad personal: esta sería una actitud de respeto y escucha de lo que el otro nos transmite y en el  momento en que surge un problema, intentar aprender de la situación para resolver el conflicto.