dimarts, 19 de febrer del 2019

NUESTRA MENTE TRABAJA CONTINUAMENTE


Los pensamientos surgen de forma continua, sucede como con nuestra respiración: pensar nunca se detiene, forma parte del estar vivo.



Los pensamientos surgen de forma a  veces caótica, no parecen tener relación unos con otros y a veces nos preguntamos:” ¿cómo es que ahora se me ocurre pensar en esto?”.  
Si dejamos que nuestros pensamientos fluyan libremente y los observamos con calma, nos daremos cuenta de que aunque no parezcan tener relación unos con otros, hay un hilo común entre ellos, según sea  nuestro estado de ánimo y según   cómo nos sintamos en relación a alguna circunstancia que estemos viviendo.


Nuestros pensamientos pueden tener una carga emocional positiva o negativa, pueden estar expresando alegría o tristeza y estos diferentes tonos emocionales a veces nos pueden llevar a reaccionar de forma impulsiva, como si tuviéramos que resolver algo.
Si podemos detenernos a observar nuestros pensamientos con cierta distancia, lograremos entender algo acerca de lo que está pasando por nuestra mente. Esto nos permitirá observar lo que estamos pensando con cierta distancia y con mayor objetividad. Veremos, entonces, más claro cuáles son las decisiones que debemos tomar.  


Estar atentos a  nuestros pensamientos de una forma plena nos ayudará a aceptarlos, dejarlos pasar sin reaccionar de forma automática, nos hará conscientes de que es lo que estamos experimentando y de cuales son  nuestras emociones y nuestros sentimientos.

Para poder lograr todo esto deberemos ser capaces de tolerar la incertidumbre que nos provocan ciertas situaciones y también flexibilidad para poder analizar nuestros pensamientos de forma abierta y sin trabas.  


dimecres, 13 de febrer del 2019

QUE ES LA ANSIEDAD?


Uno de los motivos de consulta más frecuentes en psicología clínica es la ansiedad. Esto en parte tiene que ver con el estrés, pero como veremos a continuación influyen también otros factores.



Las reacciones de la persona que sufre ansiedad son de gran intensidad emocional y no suelen tener que ver con un estimulo claramente identificable. La persona ansiosa se muestra insegura y se la ve agitada generalmente.
Si este estado de ánimo se mantiene a lo largo del tiempo, como una forma de reaccionar, se cronifica.  Estaríamos hablando entonces  de un trastorno por ansiedad generalizada. La persona que sufre de esta situación puede presentar diferentes síntomas físicos, como pueden ser temblores, tensión muscular u otros. Es frecuente que  se sienta fatigada e intranquila o irritable y con dificultades para conciliar o mantener el sueño. Puede también presentar taquicardias, sudoración, mareos o vértigos.


Es posible salir de esta situación. La medicación puede ayudar, pero se viene comprobando que además de la medicación es necesario poder consultar con un psicólogo especializado en psicoterapia que nos ayude a superar ciertas situaciones emocionales a través de un tratamiento de psicoterapia.
También es importante tener en cuenta cambios que podemos introducir en nuestra vida y que nos pueden ayudar a superar estas situaciones de ansiedad y  evitar  que se cronifiquen.


Herramientas útiles en este sentido son:
1) La meditación: nos ayuda a establecer mejor contacto con nuestros recursos internos más profundos. Podremos ser más conscientes de cuáles son los pensamientos y las emociones que  nos acuden en los momentos de tensión. Mantener la calma se hará entonces posible.
2) Estar atentos a nuestra respiración: en los momentos en que nos sentimos tensos, permanecer atentos a nuestra respiración y respirar lenta y pausadamente nos ayudará a conectar con nosotros mismos.
3) Practicar yoga de forma regular ayuda también a coordinar nuestros movimientos y nuestra respiración y se restablecerá la paz interior.
4) No dejarnos llevar por los pensamientos ansiogenos que nos pueden alterar. Suelen empezar con un  “que pasaría si…” y a continuación podríamos añadir cualquier desgracia posible. No dejar que nuestra mente nos domine en ese sentido consistiría en dejar pasar estos pensamientos centrándonos en nuestra respiración.


Puede parecer complicado, pero si vamos practicando con regularidad descubriremos que van cambiando algunas cosas en nosotros.


dimarts, 5 de febrer del 2019

QUE HACER CUANDO ESTAMOS TRISTES


Sentirnos tristes en algún momento de nuestra vida diaria nos hace daño y es más frecuente de lo que desearíamos.
Eso nos sucede cuando nos sentimos culpables por algo que hicimos o dejamos de hacer o por algo que nos hace sentir avergonzados o poco adecuados. También nos genera tristeza perder a un ser querido o sentirnos impotentes ante una situación que querríamos cambiar y no podemos.


La tristeza nos avisa de que algo no anda bien en nuestra vida y conviene prestarle atención. Pararnos a reflexionar acerca de lo que está sucediendo, nos hará darnos cuenta de cuál es el motivo de nuestro sufrimiento. Este darnos cuenta, nos ayudará a reaccionar ante la situación.
Se trataría de ver cual es la oportunidad que nos ofrece este momento de tristeza, para poder enfocar un problema y resolverlo de la manera más adecuada para nosotros.
Negarnos a nosotros mismos que estamos sufriendo o intentar eludir la realidad de nuestros sentimientos solo empeorará nuestro estado de ánimo.


Para trabajar atentamente con nuestras emociones necesitamos:
1) Reconocer los que está sucediendo en nuestra mente y cuáles son nuestros pensamientos.
2) Estar a solas con nuestro dolor, para poder sentir nuestras emociones, sin intentar cambiar nada ni buscar explicaciones, ni criticarnos. Esto nos 
ayudará  tranquilizarnos. 
 3) Las ideas que surjan nos ayudaran a pensar que podemos hacer teniendo mayor confianza en nosotros mismos.

No siempre es posible cambiar las cosas pero si las soportamos con ánimo más tranquilo y tomando distancia emocional respecto a la situación, nos sentiremos más fuertes.
Podremos también adquirir conciencia de que nada de lo que nos sucede es permanente.


Poder sentir comprensión y bondad hacia la parte de nosotros que sufre, como si de un hijo se tratara, nos ayudará a comprendernos y a aceptarnos ante la situación dolorosa que estemos viviendo. Porque a veces es bueno sentir que tenemos que cuidar de nosotros.