dimarts, 27 de desembre del 2016

NUEVOS PROYECTOS PARA UN AÑO QUE EMPIEZA




Estamos cerca de año nuevo. Es un momento en el que nos planteamos nuevos deseos o retos. Con frecuencia pensamos que conseguir determinados objetivos nos va a dar la felicidad. Después de conseguirlos descubrimos que no somos más felices que antes. Lo cual nos impulsa a desear más y más cosas. Es una situación que desencadena finalmente desanimo e insatisfacción. Si el placer de haber conseguido lo que queríamos no es duradero debiéramos preguntarnos que queremos realmente.




Definir nuestros objetivos sería una forma de canalizar nuestros esfuerzos para conseguir aquello que realmente deseamos y poder disfrutar al conseguirlo.

Los objetivos debieran ser alcanzables. Aunque nos parezcan difíciles, si tienen una base real podremos conseguirlos. Sin embargo hay personas que tienden a elegir objetivos irrealizables que necesariamente les van a llevar a situaciones de insatisfacción. Por ejemplo, elegir una relación de pareja que les va a hacer sufrir, o una opción profesional para la que no tienen cualidades. Comprar de  forma compulsiva es otra forma de generar situaciones de insatisfacción y sufrimiento.


Hay que saber diferenciar entre un objetivo y un sueño. Los sueños no se hacen realidad si no tienen una base real en la que apoyarse. Hay personas que buscan cambios huyendo de las insatisfacciones que les produce su vida cotidiana, pero no tienen una base en la que apoyar ese deseo de cambio. Surge en ellos, entonces, una fuente importante de dolor y de frustración, al provocar cambios que alteran su vida de forma poco fructifera.

También seria bueno preguntarse si  es necesario estar deseando continuamente cosas, situaciones nuevas, o nuevos retos. Es como si inconscientemente la situación de sufrimiento que provoca el deseo  nos estimulara a buscar algo nuevo o diferente cada vez. El placer surge en el momento que conseguimos algo, pero después aparece nuevamente la necesidad de un estimulo nuevo y así en una sucesión sin fin.



Se trataría de conseguir aquello que realmente necesitamos y poder disfrutar de haberlo conseguido. La clave del éxito está en poder saborear y valorar lo que hemos conseguido.

dimecres, 21 de desembre del 2016

SIMPLIFICAR NUESTRA VIDA PARA SER FELICES


En un mundo como el actual en el que nos encontramos sometidos a un gran exceso de estímulos, saber diferenciar y seleccionar las cosas que realmente sentimos necesarias para nuestra vida, nos ayudará a mejorarla porque sentirnos felices es algo que surge de nuestro interior independientemente del lugar donde estemos y de las cosas que poseamos.


Poseer demasiadas cosas genera confusión mental. Reducir la cantidad de cosas que queremos nos puede hacer sentir mejor y además evitamos el gasto que genera el consumo. Dejará entonces de preocuparnos el dinero y podremos empezar a disfrutar de las cosas que posemos y de la compañía de las personas que queremos.

Para ello deberíamos poder liberarnos del deseo continuo de poseer cosas sin límite. Pero recordemos: fingir no querer tener objetos, es lo mismo que perseguir continuamente tener más objetos.

A veces no se trata de poseer solo objetos, puede tratarse de acumular lugares a donde hemos viajado, personas que conocemos, experiencias, relaciones sentimentales y así un largo etcétera.




El deseo de acumular continuamente surge de dudas que tenemos acerca de nuestra identidad. El perseguir continuamente nuevas sensaciones, nuevos objetos, relaciones o experiencias surge de una lucha constante por buscar sentirnos más seguros de nuestra valía personal. Pero es una lucha sin fin que genera  insatisfacción. Al cabo de poco tiempo, deseamos una nueva cosa o situación.
Nos pesa también la opinión que puedan tener los demás de nosotros y tendemos a compararnos con los demás. Toda esta carga de pensamientos nos impide ver que es lo que realmente queremos nosotros.
Se trataría de poder, en primer lugar aceptarnos tal como somos y luego poder seleccionar que es lo que queremos tener y hacia donde queremos dirigir nuestros esfuerzos para conseguirlo.


En la actualidad proliferan, los libros que nos hablan acerca de como ordenar nuestros armarios o nuestra casa. Pero se trataría de conseguir liberarnos del deseo de poseer continuamente más y más cosas y poder empezar a aprender a tirar las cosas que no necesitamos realmente.  El experimentar la sensación de libertad y de aire fresco que nos aportaría “tirar” algo que no usamos, nos ayudaría a seguir seleccionando que es lo que queremos conservar y que es lo que queremos tirar. “Tirar” es una palabra que nos suena mal, pero lo que no podemos hacer es “esconder en los armarios” las cosas que no usamos porque eso en realidad es “acumular”.

Quedarnos con lo esencial en nuestras vidas, sean objetos, personas, actividades o sensaciones nos  simplificaría la vida y nos aportaría serenidad.


En estas fechas navideñas seria importante recordar que lo esencial es la compañía de las personas que queremos y no los objetos y los regalos que vayamos a recibir


divendres, 9 de desembre del 2016

VIVIR SIN ESTRÉS



Aunque en la vida actual pueda parecer difícil, es posible vivir sin estrés si preparamos nuestra mente adecuadamente. A continuación exponemos algunas ideas que nos pueden ayudar en este empeño.



1)     El estrés surge de nuestro interior La vida exterior nos estimula constantemente pero depende de cómo respondamos nosotros a esos estímulos caeremos en una situación de estrés o no. Si nos sentimos estresados conviene que analicemos cual es la causa de nuestro estrés. Comprender el mundo que nos rodea  con sabiduría y con generosidad, escucharnos a nosotros mismos, nos ayudara a superar el estrés.

2)   Evitar los excesos: Podemos estar deseando continuamente cosas nuevas que nos impiden disfrutar de las que ya tenemos. Es importante progresar pero valorando el presente el aquí y el ahora.



3)   Actitud positiva, flexible y tenaz: Con paciencia y tenacidad lograremos nuestros objetivos. Eso nos aportará serenidad. La actitud positiva nos ayudará a no perder la calma y a superar las dificultades. La actitud flexible nos ayudará a modificar nuestros objetivos si fuera necesario.

4)   Tomar decisiones de manera reflexiva. Entrenar nuestra mente en el razonamiento nos ayudará a mantener una actitud serenidad con mayor confianza en nosotros mismos. La reflexión nos ayudará a valorar las situaciones con calma y a tomar decisiones adecuadas.




5)   Evitar compararnos con los demás: Si en lugar de compararnos con los demás nos comparamos con nosotros mismos seremos más conscientes de cuáles son nuestros objetivos y en qué punto nos hayamos. Nos sentiremos en armonía con nosotros mismos y eso nos dará tranquilidad. Compararnos con los demás nos produce sentimientos de contradicción con nosotros mismos y eso nos hace sufrir.
6) Tener en cuenta a los demás

dilluns, 5 de desembre del 2016

COMO FORTALECER NUESTRO ANIMO Y EVITAR EL ESTRES



Estar preparados para afrontar nuestra vida diaria nos va a evitar ser dominados por el estrés. Las actitudes que vamos a enumerar a continuación, pueden convertirse en una filosofía de vida que nos ayude a saborear las situaciones buenas de las que podemos disfrutar diariamente.





1)     Levantarnos con tiempo por la mañana y tener un tiempo de silencio a solas con nosotros  mismos: puede parecernos un lujo imposible o bien pensar que el lujo es dormir un rato más aunque luego tengamos que correr. Lo cierto es que podemos dormir más si nos acostamos más temprano por la noche. Por la mañana tener un tiempo para nosotros y poder hacer las cosas con calma no hará estar más serenos el resto del día. El silencio de la mañana nos permite desayunar tranquilos pensando en nosotros y en nuestras cosas.



2)   Tomar alimentos que nos aporten calma: cuando vamos a la compra tomarnos el tiempo de elegir la comida de acuerdo con el momento del año. Los alimentos de proximidad tienen unas temporadas muy claras. Son alimentos que tienen más sabor y más calidad porque se ha respetado el proceso de maduración. No comer cualquier cosa aceleradamente sino saboreando la comida. Aprender a cocinar puede ser un buen hobby que nos ayude a aportar más calidad a  nuestra dieta diaria.



3)   Mantener el orden y la limpieza a nuestro alrededor: los monjes budistas respetan estrictamente este principio, es una de las bases de su filosofía. Ello repercute en que tanto los templos budistas como su entorno sean lugares que aportan calma y serenidad. Si lo aplicamos a nuestro hogar o a nuestro lugar de trabajo, observaremos que nos sentimos más calmados y que nuestro trabajo nos resulta más agradable.



4)   Repetir frases positivas a lo largo del día: Pueden ser frases cortas que nos decimos a nosotros mismos repitiéndolas varias veces. Es una manera de neutralizar los pensamientos negativos que nos asaltan a lo largo del día. Esos pensamientos negativos nos hacen sentir bajos de moral sin ser conscientes del porqué.



5)    Ser generosos: En la vida que llevamos actualmente deseamos continuamente cosas. Invertir los términos y empezar a empezar a dar a los demás una parte de lo que poseemos, nos ayudará a sentirnos mejor. Podemos dar bienes materiales, pero también tiempo y afecto. Si ya tenemos nuestras necesidades básicas satisfechas, dar tiempo, afecto o bienes materiales, a los demás, nos aportará  riqueza espiritual.



6)   Evitar actos que generen ansiedad: Si nuestra vida está llena de contradicciones o decimos mentiras nos sentiremos inquietos y nuestro estado de ánimo estará alterado. Se ha comprobado que la máquina de la verdad mide los cambios físicos que genera la mentira. Es probable que intentando calmarnos caigamos en situaciones que empeoren nuestro estado de ánimo por ejemplo adulando a los que nos rodean con palabras que son falsas  o criticando sin que lo sepan o directamente insultando a las personas que están bajo nuestras ordenes.




7)    Evitar quejarnos de todo: la queja no nos soluciona los problemas, solo alimenta nuestra frustración. La queja nos lleva a criticar a otro porque le culparemos de la causa del problema. Esto generará en nosotros un sentimiento de cólera.  En lugar de quejarnos intentemos pensar en cómo solucionar el problema que se nos haya planteado.