dimecres, 30 de gener del 2019

QUE HACER CON EL DOLOR DE CABEZA?


Cuando sufrimos con frecuencia de dolores de cabeza la situación se hace insostenible. Hoy sabemos que la mayor parte no tienen que ver con problemas físicos graves. El dolor de cabeza puede surgir a menudo por situaciones de tensión que vivimos y de las que a menudo no somos conscientes.



Hay situaciones sociales que nos generan tensión. Puede tratarse de situaciones que tienen que ver con nuestro trabajo: por ejemplo dificultades para relacionarnos con nuestros jefes o con nuestros compañeros o temor a no desempeñar bien nuestra tarea laboral.
También pueden ser situaciones de nuestra vida familiar: dificultad de relación con nuestros padres o hermanos, o con nuestra pareja, preocupaciones por nuestros hijos o dificultades de relación con nuestro entorno social.
Estar preocupados por alguna cuestión económica o de salud, nuestra o de algún familiar cercano,  nos genera un sufrimiento que nos hace sentir impotentes ante la situación y podemos acabar sufriendo un dolor de cabeza intenso.


Estar atentos a nuestras sensaciones, nos ayuda a ser conscientes de cuál es la situación vital que nos angustia.
Poder hacer esa conexión nos ayudará a poder empezar a pensar como cambiar la situación que nos estresa.
Hay situaciones que no podemos cambiar aunque queramos, pero si podemos empezar a pensarlas de diferente forma, podremos disminuir nuestra angustia.


Una de las formas de conseguir este objetivo, es recurrir al control de nuestra respiración. Realizar respiraciones de forma pausada y en una posición relajada, en un lugar tranquilo, nos ayuda a calmarnos y el dolor de cabeza puede desaparecer.
Se viene observando que la práctica de la meditación es útil para paliar el dolor de cabeza .




Si el dolor de cabeza no se resuelve con la medicación que nos haya recetado nuestro medico, poder consultar con un psicólogo, nos puede ayudar a aclarar cuáles son los pensamientos que nos angustian y de los cuales no somos conscientes . 
Poder hablar con alguien de confianza y que tratará los temas que nos preocupan con confidencialidad, nos ayudará también a reflexionar sobre ellos de forma más objetiva, menos atrapados por las emociones que nos acucian.


dimecres, 23 de gener del 2019

CUIDEMOS NUESTRA ESPALDA


Sufrir un dolor de espalda nos invalida de múltiples formas. En ocasiones no podemos trabajar debido a ello. También las personas que sufren dolores de espalda, se sienten frágiles, con dificultades para mantener el equilibrio, con temor a recibir algún golpe involuntario por la calle que les pueda hacer caer. Todo esto les va generando sentimientos de inseguridad y puede llegar a afectar a su estado de ánimo.


Tanto si sufrimos de dolor de espalda habitualmente como si no, es conveniente aprender a cuidar nuestra espalda.
Aparte de los ejercicios que nos pueda recomendar nuestro traumatólogo o nuestro fisioterapeuta, es conveniente que tengamos en cuenta  cómo hacemos los movimientos habituales en nuestra vida cotidiana. Sin darnos cuenta, estos movimientos pueden llegar a producirnos dolor. Por ejemplo, si vamos a levantar un objeto pesado es mejor doblar las rodillas para levantarlo en lugar de doblar la espalda, o bien si vamos a salir del coche conviene girarnos primero y después poner los pies en el suelo, en lugar de intentar hacer los dos movimientos a la vez. Ser conscientes de como nos movemos nos ayudará a prevenir lesiones.


Para poder recuperarnos o bien  prevenir que nuestra espalda sufra es conveniente realizar algunas de las actividades que comentamos a continuación:
1)       Realizar los ejercicios para reforzar la espalda que nos haya recomendado nuestro fisioterapeuta
2)             Practicar yoga
3)             Aprender técnicas de relajación
4)             Practicar meditación
5)             Caminar
6)             Nadar o practicar ejercicios en el agua

También nos ayudará adquirir algunos hábitos    saludables, como son:
1)               Cuidar nuestra postura corporal
2)              Aprender a concentrarnos en nuestra respiración
3)             Estar atentos a como realizamos algunos movimientos que implican esfuerzo muscular
Como suele suceder los beneficios que podemos obtener con estas prácticas no son inmediatos, pero si perseveramos, constataremos que nuestra espalda va a mejorar y con ello nuestro estado de ánimo.


Las personas que ya están jubiladas disponen de más tiempo para dedicarse a estas actividades y convertir en un objetivo de vida el cuidarse a nivel físico, lo cual puede ser una fuente de satisfacción.
A cualquier edad es importante perseverar en este objetivo de vida.


divendres, 11 de gener del 2019

COMO VIVIR CON EL DOLOR CRÓNICO


A algunas personas el dolor las acompaña permanentemente. Es un dolor que no se calma aunque puede variar de intensidad y se sienten como atrapados por él



 Las causas del dolor crónico no siempre están bien definidas y es más difícil de tratar que un dolor agudo momentáneo.
La persona que sufre de dolor crónico ve alterada su calidad de vida y eso puede acabar alterando su carácter: puede sentirse irritable, triste o  desamparada. La relación con su entorno familiar y social se irá haciendo cada vez más difícil.
Poder ayudar a alguien a vivir con ese dolor debería ser una tarea prioritaria. Ayudarle a  descubrir  que vivir con ese dolor puede ser el comienzo de una nueva etapa en su vida y que según como sea la relación con su dolor, este puede ser más llevadero.
En algunas clínicas de EEUU están trabajando en este sentido: ayudan a que la persona que sufre un dolor crónico pueda convivir con este.


En estas clínicas desarrollan programas de tratamiento del dolor en los que se incluyen además de los tratamientos médicos que sean necesarios, tratamiento psicológico, porque el dolor presenta también una dimensión mental.
El objetivo del tratamiento psicológico es favorecer que la persona pueda familiarizarse con su dolor y que pueda tener una actitud activa acerca de cómo mejorar su situación. Los psicólogos de estos equipos trabajan para ayudar a la persona que sufre a reconocer  los recursos internos que le pueden  ayudar en este sentido.


En estos centros a los que nos referimos, ayudan a los pacientes a aprender a centrarse en su respiración, que aprendan a relajarse y les enseñan meditación. También que puedan verbalizar que sienten y que piensan acerca de las situaciones dolorosas que están viviendo.
Estos programas de tratamiento duran alrededor de 2 meses y cuando los pacientes vuelven a su casa, deben seguir practicando lo que han aprendido, durante al menos 15 minutos diarios.


Se ha observado que este tipo de tratamiento mejora la relación del paciente con su dolor . Cuando el dolor es intenso conectar con las sensaciones de dolorosas nos ayuda más a controlar el dolor que intentar distraernos o desesperarnos.
Aunque es un tipo de ayuda que requiere tiempo y paciencia se viene observando que favorece que los pacientes tengan mayor tolerancia ante la situación que viven y que pueda mejorar su calidad de vida.