dimecres, 26 d’abril del 2017

EJERCICIOS PARA SENTIRNOS MEJOR CON NOSOTROS MISMOS


La postura corporal repercute en la manera de sentirnos con nosotros mismos. Nos podemos sentir felices, contentos o triunfantes, o por el contrario tristes, inseguros o temerosos, según cuál sea la postura que adoptemos. Estas son las conclusiones a las que se ha llegado en investigaciones realizadas recientemente en prestigiosas universidades norteamericanas.



Cuidar nuestra postura corporal y también practicar algunos ejercicios para mantener una  postura adecuada, puede ser algo que nos ayude a mejorar nuestra autoestima.

Habría que distinguir también entre la postura que podemos adoptar en nuestros lugares más íntimos y personales y la que puede ser más adecuado adoptar en los lugares que compartimos con otras personas.
En ambos tipos de espacios siempre es importante mantener la espalda erguida. Este es un aspecto a tener en cuenta siempre. Mantenernos encorvados repercute negativamente en nuestro estado de ánimo.



En los lugares en los que estamos a solas, podemos practicar ejercicios de estiramiento con los que consigamos mantener nuestro cuerpo en posiciones lo más amplias posible, ocupando el máximo espacio.
Si estamos en lugares compartidos con otras personas, es preferible adoptar una postura más recogida pero siempre  mantener la espalda erguida.



Si tenemos que estar de pie un largo rato es conveniente adoptar una postura estable con los dos pies bien apoyados en el suelo.

Hacer gestos suaves, con los brazos abiertos y las palmas mitrando hacia arriba, hace que las personas a las que nos dirigimos se sientan más en confianza, ya que este es un gesto que expresa calma y resulta acogedor. .

Hablar despacio, pronunciando bien, hace que seamos escuchados con más atención. Respirar lenta y profundamente nos hará sentir  tranquilos y relajados.

Si notamos que nos encogemos y nos hacemos pequeños en alguna situación, conviene que dediquemos un rato a pensar que es lo que nos ha hecho sentir de esa manera.





Actividades como ir al gimnasio regularmente, practicar yoga o bailar nos ayudaran a mantener esa postura corporal correcta que va a sernos tan útil para sentirnos mejor con nosotros mismos.



Dedicar una hora diaria a andar a buen paso nos ayudará también a sentirnos más activos y más creativos.


dimarts, 18 d’abril del 2017

COMO NOS AYUDA NUESTRA POSTURA CORPORAL A SENTIRNOS MEJOR PSICOLOGICAMENTE


En los estudios científicos que se han realizado en los últimos años, se ha observado que tanto la postura corporal como la forma de hablar tienen una relación directa con los sentimientos y los pensamientos de las personas hacia sí mismas.




Estos estudios muestran que se generan cambios psicológicos en un mismo individuo según sea la postura que adopta. El mantener la espalda erguida  aumenta nuestra  autoconfianza y  autocontrol y mengua nuestro estrés. Manteniendo una buena postura también tendemos a ser más perseverantes al intentar resolver algún problema, nuestra reacción a los comentarios que suscite nuestra actitud es más constructiva. También nos sentimos más felices y más optimistas. Se observan reacciones similares en las personas que hablan pausadamente.



También se ha observado que si una persona mantiene una postura retraída, es decir, con la espalda encorvada y brazos pegados al cuerpo, el sentimiento que tiene la persona hacia sí misma es de menos valía personal. Se observa también mayor tendencia a tener pensamientos negativos.

Se han realizado, incluso, estudios en los que se comparaba como se sentían diferentes personas según el aparato electrónico que estuvieran utilizando. Se observó que los que estaban usando aparatos con pantalla pequeña, tipo teléfono móvil, diferían en su forma de sentirse consigo mismos de los que estaban trabajando con aparatos de pantalla más grande, como un ordenador portátil o un ordenador de sobremesa. Los mejores resultados en la valoración que hacía la persona acerca de sí misma, era la de aquellos que usaban  aparatos de pantalla más grande. La diferencia radica en que el aparato de pantalla pequeña hace que el individuo tenga la espalda más encorvada que  cuando trabaja con un aparato de pantalla más grande.  Mantener reiteradamente una postura retraída  acaba influyendo en el sentimiento que tiene el individuo acerca de sí mismo..

Esta relación entre la postura corporal y la forma de sentirnos se comprueba que es independiente del rol social que tengamos.

Algunos autores sugieren que se debiera ayudar a las personas que tienen pensamientos depresivos a ser más conscientes de su postura corporal.

Mantener una buena postura corporal nos hace sentir más llenos de energía y a sentirnos más implicados en la tarea que estemos desarrollando.



Para favorecer el mantener durante más tiempo una buena postura corporal es útil practicar técnicas como el yoga o el taichí, la natación o el baile. Son actividades en las que se cuida mucho que la postura corporal sea muy expansiva. Nos ayudan también a ser más conscientes de nuestra postura corporal. Se ha observado que después de practicar alguna de estas técnicas tendemos a sentimos más optimistas y alegres.

No ser conscientes de nuestra postura corporal nos hace sentir más vulnerables porque nos descuidamos a nosotros mismos. En cambio ser conscientes de nuestra postura corporal y mantenernos expandidos nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos. También nuestro entorno nos percibe como personas más válidas y con mejor imagen.


dimarts, 11 d’abril del 2017

COMO NOS AYUDA LA RESPIRACIÓN A ESTAR BIEN


Ya desde hace muchos años se viene investigando acerca de la estrecha relación entre el cuerpo y la mente. La práctica clínica nos lo demuestra diariamente, las enfermedades psicosomáticas son muy frecuentes.

En investigaciones recientes se ha estudiado como los gestos que hacemos con  nuestro cuerpo y con  nuestra cara,  influyen sobre nuestra mente. Estas investigaciones han confirmado lo que ya se intuía desde antaño: los gestos que hacemos con la cara y también con el cuerpo nos hacen sentir unas emociones u otras.


Se ha observado incluso que la manera que tenemos de sintonizar con las emociones ajenas tiene que ver con los gestos que hacemos con la cara cuando nos encontramos con  una persona que siente una emoción determinada. Tendemos a sonreír y a sentir alegría cuando nos encontramos alguien que sonríe, o tendemos a sentir tristeza, incluso a hacer gestos de tristeza cuando encontramos alguien triste. Eso sucede de una manera sutil y rápida,  muchas veces no somos conscientes de ello.


Se han hecho, también, estudios acerca de los beneficios de la respiración. En técnicas de ayuda psicológica que se aplicaron a personas que sufrían estrés postraumático, se incluyó la práctica del yoga y ejercicios de respiración. Se observaron cambios importantes en las personas que recibieron este tipo de ayuda. Se pudo apreciar disminución de la ansiedad, de la depresión y de la conducta impulsiva.


Las investigaciones que se han ido realizando en este campo confirman que respirar de una determinada manera, influye en nuestro estado de ánimo. Por este motivo es especialmente recomendable practicar técnicas como el yoga, el taichí, la meditación y también cantar. Son todas ellas actividades en las que se ejercita el control de la respiración. Pero si no podemos practicar estas técnicas, puede ser útil entrenarnos a respirar lentamente. Notaremos como mejora nuestro estado de ánimo.


En el artículo de este blog que escribí sobre este tema: “Como relajarnos en situaciones límite”, hablo sobre técnicas de relajación que podemos realizar sentados en una silla, en nuestro lugar de trabajo,  en nuestra casa o en cualquier otro lugar. Básicamente se trataría de inhalar y exhalar por la nariz, lenta y profundamente de manera regular y con el cuerpo relajado, durante unos minutos.

dimecres, 5 d’abril del 2017

COMO EXPRESAMOS COMO NOS SENTIMOS A TRAVES DE NUESTRO LENGUAJE CORPORAL




Cuando hablamos de lenguaje corporal nos referimos a miradas, gestos, postura del cuerpo, movimientos de las manos, como andamos, nos referimos incluso al tono y volumen de nuestra voz.




Hay gestos que son innatos a la especie humana y que se repiten en diferentes culturas. En cambio otros gestos varían según la cultura. Por ejemplo cuando una persona triunfa en algo tiende a estirar los brazos hacia arriba, en forma de V, expandiéndose.




Cuando una persona fracasa en algo o sufre un dolor o una perdida, se encoge. Esos gestos son universales los hacemos todos los seres humanos.




Se han hecho estudios en personas con ceguera congénita y se ha observado que también siguen estas pautas gestuales, aunque nunca las hayan visto. En cambio hay otras pautas gestuales que varían de una cultura a otro como puede ser el uso de la mirada o la postura corporal en el momento de conversar con otra persona.


A través del modo de andar, se manifiesta como se siente la persona consigo misma. Una persona que se siente satisfecha de sí misma y que tiene un estado de ánimo expansivo, mueve más los brazos al andar, los pasos son más largos. También mantiene la cabeza y los hombros más altos.Una persona que se sienta menos poderosa andará con pasos más cortos, sin mover apenas los brazos. En este caso sería  como si el cuerpo se encogiera, como si la persona necesitara protegerse del mundo exterior.





En la manera de hablar también se expresa como nos sentimos. Si nos sentimos seguros de nosotros mismos, la tendencia es  hablar de una manera pausada, tomándonos nuestro tiempo, manteniendo la mirada de nuestro interlocutor. En cambio, cuando nos sentimos inseguros o amenazados, hablamos con un tono de voz más alto y nos aceleramos al hablar.
Según como nos sintamos y según como gesticulemos también variará la relación que establezcamos con nuestro entorno social. Hay gestos que por ser muy expansivos pueden generar tensión en una reunión social al ser percibidos como muy dominantes o presuntuosos. Mirar muy fijamente a los ojos a otra persona puede ser percibido como una actitud retadora.


Mantener una postura menos expansiva puede favorecer que se establezca una relación de más confianza y mejor comunicación con el entorno.