Es frecuente oír hablar de felicidad. Son
múltiples los libros de autoayuda que hablan sobre este tema.
Cuando
hablamos de felicidad nos referimos a un conjunto de emociones positivas. También a buscar que nuestra vida tenga un sentido y unos objetivos.
Nos
aporta felicidad el realizar libremente
alguna actividad que nos interese y que nos absorba intensamente.
Lograr nuestros objetivos también nos
hace sentirnos felices.
Llegar
a la madurez y sentir que nuestra vida es una vida realizada nos aporta una
grata sensación de felicidad.
A
todo esto deberíamos añadir algunos
aspectos que nos aportan bienestar. Tienen
que ver con nuestro crecimiento personal. Aumentar nuestro crecimiento
personal es algo que nos hace sentir bien con nosotros mismos. Sentir que seguimos aprendiendo , o que ampliamos nuestro mundo de relación
tendrían que ver con ese crecimiento personal para incrementar nuestro
bienestar.
Se
viene observando desde diferentes tendencias dentro de la Psicología que establecer relación con otras personas es
lo que da mayor sentido a nuestra vida.
Algo
aparentemente corriente como hacer un favor a alguien se ha demostrado que nos
ayuda a sentir bienestar. Es una forma de sentirnos
mejor con nosotros mismos.
Este
sentimiento de bienestar que surge cuando hacemos un favor o somos amables con
alguien, tiene que ver con la necesidad
de sentirnos amados. La relación entre humanos es imprescindible para nuestro bienestar .
En
la sociedad actual es fácil caer en situaciones de soledad individual y esta es
una situación que produce malestar y nos limita. Buscar la forma de neutralizar
esta tendencia es importante porque el
ser humano está preparado para la vida social. Saber de los demás,
comprenderles, entender cómo piensan y sienten nos ayuda a sentirnos formando
parte de un grupo. Nos ayuda también a afrontar tareas que solos no podríamos resolver.
Necesitamos desde el
punto de vista emocional relacionarnos positivamente con las diferentes personas
de un grupo social.