dimecres, 26 d’octubre del 2016

COMO AYUDAR A NUESTROS HIJOS A TRAVES DEL ORDEN


Proliferan actualmente en las librerías libros que nos hablan del orden, de deshacernos de lo que no necesitamos y también de la limpieza. Que aparezcan  libros que hablan de estos temas, tiene que ver con nuestra situación actual, de exceso de objetos en las casas, tanto que muchas veces nos agobiamos y no sabemos cómo organizarnos.



Todo esto forma parte de la vida ajetreada que llevamos y del estrés que sufrimos.

Nos cuesta poner orden y dedicar tiempo a lo que es más esencial que seriamos nosotros mismos y las personas que queremos que son nuestra familia y nuestros amigos.




Frente a esto es interesante ver cómo los monjes budistas dan mucha importancia a la limpieza de su monasterio. Lo consideran una labor de purificación. Es una forma de conseguir armonía espiritual para ellos mismos y para las personas que les rodean. Entrar  en uno de sus templos después de la limpieza diaria produce una gran sensación de paz.
Su forma de vida intenta ser sencilla y vivir cada momento con cuidado y esmero.
No acumulan cosas en los armarios por el simple hecho de tenerlas sino que se desprenden de los objetos para darlos a otras personas como una forma de agradecimiento y de cuidado hacia los objetos y hacia las personas que los reciban. 




Es sorprendente como los monjes budistas tienen organizada la limpieza. Para ellos la limpieza hay que realizarla por la mañana temprano, en cambio hay que ordenar por la noche para dejar las cosas preparadas para el día siguiente. Para ellos es importante la continuidad. Es decir, hacer diariamente tareas de limpieza y de orden para que se respire el ambiente de calma en su casa. 
Dan mucha importancia a la ventilación del interior de su casa antes de empezar la tarea de limpiar.
Poseen pocos objetos, solo los necesarios. Cada objeto tiene un lugar al que se puede acceder fácilmente cuando se necesita. Y también es fácil volver a poner el objeto en su lugar cuando ya terminó de usarse. 
Todas las tareas se reparten entre los diferentes miembros de la comunidad.




Estas pautas que se observan en los templos budistas serían aplicables en nuestra casa.
Es especialmente interesante que se repartan las tareas entre las diferentes personas de la familia.
Que los niños puedan tener alguna tarea asignada es eficaz para su educación. Aunque haga falta paciencia al principio, pronto descubriremos que el hecho de que los niños participen en las tareas domésticas es útil, para su educación y para su carácter.
También para los adultos será más fácil si todos participan de las diferentes tareas. De esta forma si uno de la familia está enfermo, el resto puede hacerse cargo de la situación más fácilmente. El ambiente familiar mejorará en un ambiente de mayor colaboración entre todos.






dimarts, 18 d’octubre del 2016

COMO SENTIRNOS MÁS FELICES




La felicidad no consiste en tener más dinero sino en vivir la vida con plenitud. Si podemos definir cuáles son nuestros objetivos y ponemos los medios para conseguirlos estaremos más próximos a vivir el día a día sintiéndonos bien con nosotros mismos.




Es importante no olvidar que formamos parte de un colectivo social. Tenemos a nuestra familia, nuestros amigos y las personas con las que nos encontramos a lo largo del día, sea en  nuestro trabajo o en cualquier otro lugar donde vayamos. Tener una relación cordial y con todo este entorno nos ayudará a sentirnos más felices Si nuestra actitud hacia las demás personas es de tenerlas en cuenta y de querer ayudarlas sentiremos que nuestra vida es más plena.  Se trataría de ser capaces de pensar más en qué podemos aportar nosotros a los demás y no tanto qué podemos obtener de los demás.  Cada día sería conveniente que pudiéramos revisar, en algún momento, que hemos hecho durante el día para ayudar a alguien.




Los padres que tienen hijos a menudo, sin darse cuenta, priorizan su vida profesional o personal y dejan para más adelante el poder disfrutar de sus hijos. No se dan cuenta que pronto ya no podrán recuperar todas las vivencias de la vida con sus hijos porque estos ya se hicieron mayores y ya tienen una vida independiente. También sucede a menudo que no cuidamos a nuestra pareja porque posponemos los buenos momentos con la pareja para cuando tengamos “tiempo libre” y la relación de pareja se resiente.




Cada día deberíamos reservar un tiempo para estas relaciones afectivas con las personas más próximas porque si no las cuidamos, podemos perder esas vivencias y no podremos recuperarlas. Se trataría de escucharles, de dedicarles palabras de elogio o de cariño, pequeñas muestras de afecto sin motivo aparente, una llamada telefónica a una persona amiga que tal vez necesite conversar con alguien. Todo esto es lo que hace que la vida pueda tener más sentido para nosotros porque nos sentimos formando parte de un colectivo.

Vivir el día a día disfrutando a diario de los pequeños placeres que nos aporta la vida especialmente a través de la relación con las personas de nuestro entorno nos hará sentirnos más felices.




La felicidad  no es la meta sino el camino que recorremos a lo largo de nuestra vida disfrutando de las vivencias que podamos compartir con los demás y con nosotros mismos al realizar nuestros objetivos.  

Una actitud de agradecimiento y reconocimiento hacia las cosas que tenemos y hacia las personas que nos rodean nos ayudará a valorar más las cosas que poseemos y a sentirnos a nosotros mismos más valiosos, eso mejorará nuestra autoestima.


dimecres, 12 d’octubre del 2016

COMO GESTIONAR NUESTRO TIEMPO



Gestionar bien nuestro tiempo no significa llenar nuestra agenda únicamente de actividades laborales.  Debiera significar ser capaces de organizar nuestra agenda de tal forma que haya espacios para nuestro cuidado personal, físico y mental. Nuestra vida social y familiar debiera estar también incluida en nuestra planificación semanal.



Dedicar un tiempo, tal vez una hora a la semana,  a organizar nuestra agenda, nos va a permitir  ser más productivos y más creativos el resto del tiempo, sin sentirnos  agobiados. Para conseguir esto es necesario ser disciplinados y saber establecer una escala de prioridades adecuada.
En esta escala de prioridades es importante no dejar para lo último las cosas que tienen que ver con nosotros mismos y con las personas que queremos. Una prioridad puede ser dedicar un tiempo a la lectura o a jugar con nuestros hijos o a practicar algún deporte o estar hablando o paseando con nuestra pareja. El trabajo será más productivo si nos cuidamos mentalmente. 






Si nos planificamos adecuadamente respetando lo que son nuestras necesidades, descubriremos que somos más eficientes en nuestra tarea profesional y que nos sentimos mejor con nosotros mismos y con nuestro entorno. Para ello deberemos superar nuestro temor a "perder  el tiempo" cuando nos dedicamos un rato a nosotros mismos.
En ocasiones el no planificar bien nuestro tiempo nos puede llevar a comer cualquier cosa en cualquier sitio, o  llevarnos trabajo a casa con lo cual nos privamos de descansar o de comunicarnos con nuestro entorno social y familiar.






 Aparte de organizar nuestra agenda  deberíamos intentar protegernos de la personas que nos "roban" nuestro tiempo.  Son personas que nos llaman por teléfono cuando llegamos a casa o que aparecen durante las horas de trabajo con peticiones no necesarias. Deberemos aprender a decir "no". No se trata de ser descortés pero si de poder sugerir a esa persona que viene en un momento poco oportuno.  Es preferible ofrecerle otro momento más adecuado para hablar.
Intentar simplificar nuestra vida nos va a facilitar poder organizar mejor nuestro tiempo. Si dedicáramos un tiempo a analizar algunas cuestiones que nos hacen llevar una vida frenética descubririamos que muchas no realmente necesarias ni importantes para nosotros. 
Definir bien cuáles son nuestros objetivos nos ayudará a delimitar mejor como invertir nuestro tiempo y como ser realmente más productivos en cosas que realmente nos interesan a nosotros.





Si conseguimos regirnos por el principio de la sencillez simplificaremos nuestra vida y descubriremos que nos queda tiempo para todo, incluso para descansar o que tenemos más entusiasmo para realizar las cosas que emprendemos. Tal vez nos centraremos en probar cosas nuevas que íbamos posponiendo.
Si nos cuesta simplificar nuestra vida y reservar tiempo para nosotros también deberíamos preguntarnos a nosotros mismos porque necesitamos estar siempre tan ocupados y si realmente nos resulta satisfactorio o tememos encontrarnos a nosotros mismos. 


dimarts, 4 d’octubre del 2016

COMO CONSEGUIR NUESTROS OBJETIVOS


Cuidar nuestra mente es fundamental para conseguir nuestros objetivos. Si tenemos estos bien definidos, veremos que conseguirlos es una cuestión de tiempo y de disciplina.
Pueden surgir obstáculos externos que nos dificulten la tarea de conseguir nuestros objetivos, pero, la mayor parte del tiempo nuestra fuerza de voluntad, constancia y disciplina son la clave del éxito.
La fuerza de voluntad y la disciplina hay que ejercitarla porque si lo hacemos se conserva y se incrementa. Lo contrario es caer en la pereza y el desanimo. Se pueden incrementar si diariamente creamos hábitos que las refuercen.




La suma de nuestros hábitos diarios va creando una fuerza mayor  que es la que nos permite poder reaccionar con autocontrol y no ceder a conductas impulsivas. Estos hábitos diarios  nos permiten organizarnos y ordenar nuestra vida, al mismo tiempo, nos guían y nos dan la fuerza suficiente para sentirnos en libertad cuando tenemos que decidir algo.
Los hábitos diarios tienen  que ver tanto con hábitos de salud, como de orden, de cuidado personal, de aprendizaje, de reflexión. Son una suma de actos diarios que nos permiten organizar y controlar nuestra mente.




Centrarnos solo en los pensamientos positivos y descartar los pensamientos negativos  nos permite descartar la preocupación y tener más energía para desarrollar las tareas que realmente nos interesan. Para conseguir centrarnos en nuestros pensamientos positivos hace falta fuerza de voluntad.
Si practicamos diariamente se consigue en poco tiempo y es profundamente liberador. Nos permite mejorar nuestra autoestima y nuestra autoimagen.
El uso de los mantras, tal como hablábamos hace unos días, es útil para potenciar los pensamientos positivos.
También son útiles las visualizaciones. Se trataría en este caso de, en un lugar tranquilo, sentados, con los ojos cerrados, manteniéndonos muy rectos y concentrándonos en la frase mantra que hayamos elegido, repetirlo por lo menos treinta veces imaginándonos a nosotros mismos como la persona firme y autocontrolada que deseamos ser.
Estas son técnicas usadas en las filosofías orientales y que han probado su eficacia.




Trazarnos una guía o agenda de lo que tenemos que hacer durante el día, nos ayudará a centrarnos. Esta guía/ agenda incluiría los detalles más pequeños, como pueden ser hacer la cama por las mañanas o mantener el orden en nuestro hogar o en nuestro lugar de trabajo. 
Tal vez tendremos que levantarnos más temprano para tener tiempo suficiente para  desayunar y para ir tranquilamente hacia el trabajo. Si lo hacemos, descubriremos que nuestra mente está más preparada para afrontar el día y para relacionarnos de manera más adecuada con las circunstancias de nuestro entorno.