dimecres, 27 de març del 2019

DORMIR BIEN


Poder dormir bien es algo que nos resulta placentero y que contribuye a mantenernos saludables. Es una señal de que llevamos una vida armónica. También es cierto que con la edad la necesidad de dormir puede variar. Es frecuente que con  los años se necesiten menos horas de sueño.


 No siempre es posible dormir bien. En situaciones de estrés las dificultades para poder dormir aparecen frecuentemente. Tal vez nos cueste conciliar el sueño o tal vez nos despertemos a las pocas horas de acostarnos o ambas cosas.
Cuando aparecen trastornos del sueño lo primero que tenemos que aprender es que no podemos obligarnos a dormir. Si lo intentáramos descubriremos que solo conseguiremos empeorar la situación, nos sentiremos más tensos y ansiosos.
Tal vez la dificultad para dormir es la forma como nuestro cuerpo nos avisa de que algo no va bien en el estilo de vida que estamos llevando. Poder reflexionar acerca de ello es necesario.
Posiblemente estamos llevando una vida excesivamente ajetreada y los compromisos profesionales, sociales o familiares que tenemos nos exigen más de lo que podemos soportar.
También podría ser que estemos sometidos a situaciones de estrés en nuestra vida que nos convendría dejar de lado.
O bien nuestra vida es demasiado sedentaria y nos vendría bien realizar ejercicio físico de forma regular: andar , nadar o hacer yoga, nos pueden ayudar a mantener una buena forma física y además nos ayudaran a relajarnos y a que nos sea más fácil conciliar el sueño.


Algunas pautas útiles para cuando aparecen dificultades para conciliar el sueño pueden ser:
1) levantarnos de la cama para hacer durante un rato alguna actividad que nos gusta o que sabemos que nos ayudará a  sentirnos bien.
2) permanecer en la cama intentando relajarnos. Sería útil poder aprender alguna técnica de relajación que nos ayude en este sentido
3) quedarnos quietos en la cama concentrándonos en nuestra respiración, sin forzarnos a dormir, simplemente estando atentos a nuestra respiración.
4) podemos levantarnos y dedicar una parte de la noche a hacer alguna actividad que nos guste como leer o escuchar música o incluso alguna tarea que tengamos pendiente y que podría ser el motivo de nuestra dificultad para dormir.

Sea cual sea la decisión que tomemos, es bueno que lo hagamos, sin sentir que no poder dormir es una situación terrible y  pensando que al día siguiente estaremos fatal porque no hemos dormido suficiente.
Si conseguimos que nuestra mente se relaje podremos conciliar el sueño.


dimecres, 20 de març del 2019

COMO USAR EL TIEMPO


Solemos sentirnos agobiados por la falta de tiempo. El tiempo nos domina y no siempre sabemos usarlo bien.


Puede resultarnos más fácil conseguirlo si tenemos  en cuenta 4 premisas básicas:
1) El tiempo es relativo. Según como vivamos nuestro tiempo nos va a parecer suficiente o escaso. Si nuestras vivencias son positivas es más probable que podamos sentirnos satisfechos con el tiempo de que disponemos. Debemos ser muy cautos y definir claramente cuáles son nuestras expectativas y nuestros objetivos como paso previo a la toma de nuestras decisiones para que la inversión que hacemos de nuestro tiempo  resulte provechosa.


2) Vivir el presente en todo momento es importante. Esto quiere decir estar atentos a lo que estamos haciendo y no pretender hacer dos o más cosas porque no podremos disfrutar de ninguna. Es frecuente estar hablando con nuestros hijos y estar pendientes del correo electrónico o realizando alguna otra tarea. Mantener contacto visual con la persona con la que estamos hablando es necesario para que la conversación sea autentica y que surja una comunicación real. Los niños son muy sensibles a esta atención real que sus padres les dedican. Cuidar el tiempo que nos dedicamos a nosotros , si estamos comiendo no pretender leer el periódico o hacer otras tarea como intentar  adelantar el trabajo de la oficina o de casa. Acabaremos por no disfrutar de la comida. Cuando estamos realizando una tarea, ser conscientes de nuestro estado físico nos hará darnos que cuando es necesario que nos demos una pausa para recuperarnos de la tensión que estemos viviendo.


3) Crear un espacio personal en el que poder aislarnos y estar con nosotros mismos durante al menos 15’ diarios. Es una forma de poder recuperarnos y sentir que el tiempo adquiere otra dimensión.



 4) Ser capaces de organizarnos la vida de una manera sencilla. Eso se puede conseguir a analizando cuáles son nuestras prioridades. Tal vez deberemos renunciar a algunas cosas que queríamos hacer pero que son incompatibles con otras a las que consideramos más importantes. Esto nos llevará a decir “no” a algunas actividades o incluso a algunas personas que aunque apreciemos, no podríamos atender adecuadamente si estamos pendientes de otros temas.


dilluns, 11 de març del 2019

¿QUE NOS SUCEDE CUANDO NOS SOBRA EL TIEMPO?


Hay momentos de la vida en las que disponemos de mucho tiempo libre y no sabemos qué hacer con él. Esto sucede cuando:
1)  estamos enfermos
2) envejecemos
3) estamos solos
4) nos sentimos frágiles


Son situaciones en las que el exceso de tiempo libre puede hacer surgir en nosotros sentimientos de desanimo, de desesperanza o de vacío. Los pensamientos negativos probablemente  aparecerán  en nuestra mente y corremos el  riesgo de sentirnos irritables, desesperanzados o resentidos. Probablemente nos aislaremos más del mundo exterior, con lo cual el sentimiento de soledad será más intenso. Se ha comprobado que la soledad es un importante factor de riesgo de enfermedad.

Me parece interesante comentar aquí una parte de la entrevista a una escritora que aparecía hace unos días en la prensa. En la entrevista, ella explicaba que a los 8 años sufrió una encefalitis que le hizo perder el control motor de su cuerpo, con lo cual no podía usar ni las manos ni las piernas. Paso 6 meses ingresada en un hospital y cuando salió del hospital pasó un año más en cama sin poder moverse. “Pero no estaba aburrida y no era infeliz”. Explica que esa fue una experiencia transformadora para ella, estar inmóvil todo el tiempo la hacía tener que entretenerse con sus propios pensamientos, también se fijaba en los pequeños detalles de los objetos: como estos cambiaban con el efecto de la luz del día y de la noche. Una de las conclusiones a las que llega después de esta experiencia es que “el aburrimiento es bueno, aunque la sociedad actual lo rechaza, el aburrimiento nos ayuda a sacar lo mejor de nosotros mismos”. Otra conclusión a la que llegó con el tiempo es “que vale la pena celebrar la vida mientras la tengamos“.
Aunque nuestra situación no sea tan extrema como la que acabamos de describir, podemos aprovechar la experiencia que nos aporta esta persona, para darnos cuenta de la importancia del no hacer.


No hacer nos ayuda a ver y dejar ir el vaivén de nuestros pensamientos.
No hacer nos ayuda a conectar con nosotros mismos y conectar con nuestro entorno.
Tener tiempo nos permite no hacer y conectar con nosotros mismos. Este no hacer nos ayudará a superar el sufrimiento y la ansiedad, mantendremos a raya los pensamientos negativos y probablemente podremos conectar mejor con las personas de nuestro entorno


dimarts, 5 de març del 2019

SIEMPRE NOS FALTA TIEMPO


Solemos estar atrapados en múltiples actividades y ese es uno de los factores que contribuyen a que nos sintamos estresados.




Internet y las redes sociales nos ayudan a conectarnos con el mundo, pero también nos ocupan tiempo. Algunas personas, incluso, duermen con el móvil al lado para poder estar atentos a cualquier llamada o mensaje que se produzca durante la noche. Esta “conexión” con el resto del mundo, a través de las redes sociales impide que podamos estar en contacto con nosotros mismos.
La única forma de neutralizar el estrés que nos genera esa sensación de falta de tiempo seria precisamente poder concedernos momentos de no hacer nada.


Esto consistiría en dedicar diariamente un tiempo al ejercicio de la paz interior. Pueden ser unos pocos minutos, en los que nos concentremos en nuestra respiración y estemos sin hacer nada concentrándonos en esa única actividad que es respirar. Es una forma de centrarnos en el momento presente. Esa pausa que nos concedemos y en la que no hacemos absolutamente nada más que respirar nos ayuda a recuperar la calma. Cuando regresamos a nuestra actividad cotidiana podemos hacerlo con sensación de bienestar. Probablemente podremos centrarnos en vivir las cosas que tenemos que hacer, aceptándolas tal como son.


Para conseguir centrarnos en nuestras actividades sin dejarnos agobiar por ellas será necesario que:
1) Estemos atentos a nuestras sensaciones físicas cuando realizamos nuestras actividades.
2) Estar atentos a lo que hacemos sin estar pensando en las cosas de antes o de después, eso nos ayudará a realizar las tareas con mayor eficiencia pero también nos aportaran más placer.
3) Dedicar el tiempo necesario a las cosas que tenemos que hacer, sin pretender ir deprisa y acabar cuanto antes. Esto   disminuirá nuestro estrés y  nos aportará satisfacción durante nuestro trabajo.