Poder
dormir bien es algo que nos resulta placentero y que contribuye a mantenernos saludables.
Es una señal de que llevamos una vida armónica. También es cierto que con la
edad la necesidad de dormir puede variar. Es frecuente que con los años se necesiten menos horas de sueño.
Cuando
aparecen trastornos del sueño lo primero que tenemos que aprender es que no
podemos obligarnos a dormir. Si lo intentáramos descubriremos que solo
conseguiremos empeorar la situación, nos sentiremos más tensos y ansiosos.
Tal
vez la dificultad para dormir es la forma como nuestro cuerpo nos avisa de que
algo no va bien en el estilo de vida que estamos llevando. Poder reflexionar
acerca de ello es necesario.
Posiblemente
estamos llevando una vida excesivamente ajetreada y los compromisos
profesionales, sociales o familiares que tenemos nos exigen más de lo que
podemos soportar.
También
podría ser que estemos sometidos a situaciones de estrés en nuestra vida que
nos convendría dejar de lado.
O
bien nuestra vida es demasiado sedentaria y nos vendría bien realizar ejercicio
físico de forma regular: andar , nadar o hacer yoga, nos pueden ayudar a
mantener una buena forma física y además nos ayudaran a relajarnos y a que nos
sea más fácil conciliar el sueño.
Algunas
pautas útiles para cuando aparecen dificultades para conciliar el sueño pueden ser:
1)
levantarnos de la cama para hacer durante un rato alguna actividad que nos gusta
o que sabemos que nos ayudará a sentirnos bien.
2)
permanecer en la cama intentando relajarnos. Sería útil poder aprender alguna
técnica de relajación que nos ayude en este sentido
3)
quedarnos quietos en la cama concentrándonos en nuestra respiración, sin
forzarnos a dormir, simplemente estando atentos a nuestra respiración.
4)
podemos levantarnos y dedicar una parte de la noche a hacer alguna actividad
que nos guste como leer o escuchar música o incluso alguna tarea que tengamos
pendiente y que podría ser el motivo de nuestra dificultad para dormir.
Sea cual sea la decisión que tomemos, es bueno que lo hagamos, sin
sentir que no poder dormir es una situación terrible y pensando que al día siguiente estaremos fatal
porque no hemos dormido suficiente.
Si conseguimos que nuestra mente se relaje podremos conciliar el
sueño.