Es
bueno que todos los miembros de la
familia colaboren en las tareas de la casa. Para conseguir eso y que
especialmente los niños participen y colaboren en casa tendríamos que:
1)
Aprender
a delegar: a veces nos cuesta delegar porque
pensamos que los demás no harán bien las cosas. En realidad, tal vez no las
harán exactamente como las haríamos nosotros. Tal vez si les damos la
oportunidad, pueden aprender a hacer las cosas de manera adecuada aunque sea
distinta a la nuestra.
2)
Si
aprendemos a delegar, los demás no se sentirán agobiados.
Para conseguir que los niños aprendan a hacer algunas cosas se les puede dar
una oportunidad, por ejemplo, alguna noche se les puede dejar con su padre y que sea este
el que se encargue de hacer la cena con ellos y que cenen juntos y luego
recojan. Ese puede ser el día en que la madre tenga su día libre y pueda
aprovechar para hacer alguna actividad para su desarrollo personal: por ejemplo
ir al gimnasio o quedar con algunas amigas.
3)
No
culpabilizarnos por dejar que los niños se encarguen de algunas cosas en casa:
nos puede parecer que les exigimos mucho, o que si dedicamos nuestro tiempo a
hacer actividades que nos apetecen les estamos descuidando, pero no es así. Va
a ser beneficioso para los padres poder tener algo de tiempo para ellos y para
los niños va ser una experiencia útil para su crecimiento.
4)
Poder
aceptar los errores: esto querría decir aprender a
ser más tolerantes con nuestros errores y con los de los demás. Al principio a
los niños les va a costar hacer las cosas como esperaríamos, tal vez van a tardar
más tiempo del que tardamos nosotros en hacer esa misma tarea, pero la tolerancia
nos va ayudar a acompañarles en el proceso de aprendizaje de algunas
actividades que les encomendemos.
Aprender
a querernos un poco más nos va a ayudar
a ser más tolerantes, con nosotros y con
los demás. Para conseguirlo nos podríamos dedicar cada día un cumplido. Al principio nos puede resultar chocante,
pero al cabo de pocos días notaremos que decirnos algo agradable a nosotros
mismos nos hace sentir mejor. Las palabras tienen más poder de lo que imaginamos.
Tener
sentido del humor nos ayudará a encontramos mejor con nosotros mismos y también a poder ayudar a
las personas de nuestro entorno a sentirse
mejor.