Nos podemos plantear hacer algún deporte
si nos resulta placentero, o bien andar cada día. Pero sea cual sea la actividad
que elijamos, sería necesario
practicarla de forma regular.
Tener una
vida social, con personas que nos resulten agradables y nos hagan reír nos
ayudará también a rebajar la tensión que podamos vivir en
nuestro día a día. En este sentido es útil buscar aficiones que sean en grupo.
Pero lo más
importante es aprender a relajar nuestra musculatura. En este
sentido son muy interesantes los ejercicios de estiramientos. Los podemos
aprender en el gimnasio, orientados por monitores preparados. También en una
escuela de yoga.
En el yoga es muy importante el estiramiento de la
musculatura. Aprenderemos entre otras técnicas el “saludo al sol”,
una serie de movimientos coordinados que nos ayudaran a recuperar la flexibilidad
y hará que nuestra energía se recupere.
Si practicamos el “saludo al sol” por la mañana
al levantarnos, antes del desayuno, descubriremos que podemos iniciar nuestra
jornada con más energía.
Según el qi
gong, que es una técnica medica de China, una forma de recuperar nuestra energía y nuestra
serenidad es el automasaje del rostro. Dos ejercicios muy sencillos que requieren
apenas diez minutos son:
1) masajear nuestra cara desde las aletas de la
nariz en dirección a los pómulos, lentamente y respirando profundamente. Repetir
este ejercicio cinco veces.
2) Masajear desde las aletas de la nariz, siguiendo
hacia las cejas, luego continuar hacia las sienes y terminando en el mentón. Repartir este
ejercicio 5 veces, respirando lenta y profundamente. Estimula la circulación de la cara y nos
relaja.
Se viene observando que una de las tareas que más contribuyen a tranquilizar nuestro espíritu es ordenar y limpiar nuestro hábitat personal o profesional. Tirar todo aquello que sentimos que nos quita espacio y no nos aporta nada contribuirá también a recuperar la serenidad.