dimecres, 19 de juny del 2019

COMO APRENDEN NUESTROS HIJOS


Los niños aprenden de múltiples formas. Aparte de lo que les transmitimos verbalmente o de lo aprenden en la escuela también aprenden a través de las cosas que ven en la TV, en las redes sociales o en las  situaciones de la vida cotidiana Pero esto es solo una parte del aprendizaje que realizan nuestros hijos.


Influye grandemente en su mente nuestro lenguaje corporal y nuestro lenguaje gestual. Aprenden en gran parte a través del ejemplo que les transmitimos, es decir por imitación .Todo esto se realiza de una manera inconsciente tanto para nosotros como para ellos.
Esto también es válido para nosotros los adultos. Muchas veces sin darnos cuenta adoptamos modelos de conducta o de comportamiento que vemos en otras personas. Es  algo automático, imitamos a otros de manera espontanea.
Estos comportamientos se generan de forma automática, no racional y en esta imitación influyen importantes  aspectos emocionales. Esto sucede gracias a las denominadas neuronas espejo.
Estas neuronas localizadas en el cerebro, fueron descubiertas hacia el año 199o, por el neurofisiologo Giacomo Rizzolatty y su equipo de la Universidad de Parma. Estos científicos, en sus investigaciones, comprobaron que estas neuronas se activan cuando el individuo observa una acción concreta realizada por otro individuo.


Actualmente se ha comprobado que la actividad de estas células interviene en los procesos de adaptación social ya que nos permiten comprender las acciones y las intenciones de las personas de nuestro entorno. Estos fenómenos intervienen en los procesos de aprendizaje a través de la observación y de la imitación.
Las neuronas espejo nos permiten  captar que sucede en la mente del otro. De esta forma podemos empatizar con las emociones que  otras personas  expresan.
Esto es importante en el aprendizaje que  los seres humanos realizan desde la edad más temprana y tiene especial importancia en el desarrollo social del individuo. Nos permitirá poder integrarnos adecuadamente en nuestro entorno social.


Esto también nos ayuda a entender cuán  importante es  para el adecuado desarrollo de nuestros hijos, el ejemplo que les damos , porque los hijos imitan fundamentalmente lo que ven en el ambiente familiar.


dimecres, 12 de juny del 2019

PARA PROTEGERNOS DEL ESTRES


La OMS (Organización Mundial de la Salud) considera el estrés laboral como una enfermedad que afecta negativamente a las personas tanto desde el punto de vista físico como psicológico. Ha elaborado documentos en los que habla de cómo prevenir esta enfermedad en el ámbito laboral.


También en nuestra vida cotidiana podemos sufrir estrés, cuando nos sentimos agobiados por múltiples obligaciones y tenemos dificultad para gestionarlas. Esta dificultad puede acarrearnos tensiones en nuestro ambiente familiar.
Se trataría de analizar como sentirnos mejor y buscar formas de protegernos ante las situaciones que nos generan tensión.
Se ha comprobado con estudios científicos que realizar ejercicio físico ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo y nos ayuda a mantener la mente más abierta ante las diferentes situaciones que nos podemos encontrar , tanto en nuestra vida privada como en nuestra vida laboral.
Realizar actividades como yoga, meditación o relajación mejoran nuestra capacidad para poder enfocar nuestra vida de una forma más saludable.
Hay personas que tienen dificultad para poder realizar estas actividades, por diferentes motivos. Hay quien argumenta falta de tiempo o de dinero, también hay personas que se muestran reacios a realizar actividades que precisan de una capacidad para estar quieto durante un tiempo más o menos largo o que se les hace extraño practicar actividades como el yoga, la meditación o la relajación.
Algo que sí podemos practicar todos y que genera poco rechazo es caminar


Psicólogos especialistas en Mindfulness están proponiendo a sus pacientes  caminar paseando, como una forma de meditación. Se trataría de caminar estando atentos a nuestros movimientos, centrándonos especialmente en nuestra respiración y prestando atención a las sensaciones que nos llegan  a través de nuestros pies y de nuestras piernas y adquiriendo conciencia de los movimientos de nuestro cuerpo.
Se trata fundamentalmente de estar presentes en lo que sentimos mientras caminamos dejando de lado cualquier otro pensamiento o recuerdo que nos pase por la mente. Solo pensando en nosotros, nuestro cuerpo, las sensaciones que sentimos y nuestra respiración.


La sensación de tranquilidad que emana de nosotros  después de una práctica de lo que en Mindfulness denominan paseo meditativo, no solo nos hará sentir mejor, sino que también  trasmitiremos esa tranquilidad a nuestra pareja y a nuestros hijos.


dimarts, 4 de juny del 2019

CONECTA CON TU CUERPO


Nos preocupamos por nuestra apariencia física, pero no siempre somos conscientes de las sensaciones  que nos trasmite nuestro cuerpo.


No ser conscientes de lo que nuestro cuerpo nos trasmite  nos impide darnos cuenta de cómo nos sentimos o de que pensamos, en determinadas situaciones, con lo cual tenemos dificultades  tomar las decisiones más adecuadas para nosotros.
En otro orden de cosas, podemos sentir una preocupación excesiva por  nuestra  apariencia física. Esto surge de sentimientos de inseguridad que  nos llevaran  a sentirnos limitados e insatisfechos de nuestra vida en general. Si esto sucede no nos permitiremos experimentar determinadas sensaciones.
Poder valorar nuestro cuerpo por el simple hecho de tenerlo, ser conscientes de las múltiples funciones que nos permite hacer y de las sensaciones que nos proporciona, aceptarlo tal como es sin juzgarlo ni compararlo con el cuerpo de otras personas  nos puede ayudar a sentirnos mejor con nosotros mismos.
Para lograr esto nos puede ayudar  practicar meditación  concentrándonos en nuestra respiración.


También podemos practicar ejercicios de relajación. Se trataría  de poder estirarnos sobre nuestra espalda, en el suelo o sobre una cama, cerrar los ojos y concentrarnos en sentir como   nuestro abdomen asciende y desciende cada vez que inspiramos y espiramos el aire que respiramos.
Al mismo tiempo, ir sintiendo nuestro cuerpo como un ente total y notar  las sensaciones que sentimos al estar en contacto con la superficie sobre la que estamos estirados.
Podemos empezar luego a concentrarnos en los dedos de nuestro pie izquierdo, manteniendo el ritmo de la respiración profunda y pausada y poco a poco ir sintiendo el resto del pie, el tobillo, luego la pierna. Concentrarnos después  en nuestro pie derecho y desde ahí ir subiendo hacia el torso, luego la cara, la cabeza, sintiendo todo el tiempo nuestra respiración, notando como el aire entra y sale por nuestros pulmones.
Podemos practicar este ejercicio el tiempo que necesitemos. Para lograr una relajación profunda se puede prolongar perfectamente durante 45’. 


Aunque al principio nos cueste realizar relajarnos, si vamos practicando diariamente, se convertirá en un habito para nosotros que nos permitirá adquirir una nueva perspectiva sobre muchos temas de nuestra vida y adquirir mayor confianza en nosotros mismos y tener mayor conciencia de nuestro cuerpo.