Hay capacidades que tienen que ver con el conocimiento. La
curiosidad es uno de los aspectos que ayudan en el conocimiento de la
realidad de nuestro entorno.
Fomentar en los niños el amor por el conocimiento cuidando su curiosidad natural,
les ayudara a desarrollar una mente abierta a las novedades y a las ganas de
aprender.
La inteligencia emocional es la capacidad de
conocerse a sí mismo y a los demás. Permite que podamos observar cual es el
estado de ánimo de las personas con las que nos relacionamos y ser capaces de
empatizar con ellos para poder actuar de manera adecuada. Ayudar a nuestros
hijos a observar cómo se puede sentir tal o cual persona y poder obrar en
consecuencia les será útil para
desenvolverse a nivel social tanto en la familia como en otros ámbitos.
Otra capacidad a fomentar es la perseverancia. No siempre es fácil resolver
un problema. Los niños pueden desanimarse fácilmente. Ayudarles a mantener la
atención sobre algo que al principio les cuesta, tendrá su compensación en la alegría que les producirá ser
capaces de resolver finalmente el problema.
Dedicándoles tiempo y paciencia les ayudaremos a
desarrollar su capacidad de autocontrol. Esto les permitirá centrar su
atención.
Nos
sentiremos profundamente satisfechos cuando veamos cómo se desarrolla en ellos
una capacidad de disfrutar de las cosas
por sencillas que sean. Es como un sentimiento de gratitud que nos embargará tanto a nosotros como a ellos.
Todo esto
se puede ir realizando dentro de clima de optimismo
y acompañado con sentido del humor.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada