Es
más fácil motivar a alguien ofreciéndole un premio que intentando asustarle con
un castigo.
Esto
es así tanto para los adultos como para los niños. Los estudiantes aprenden
mejor y las personas que trabajan rinden más en el trabajo, cuando su tarea se
desarrolla en un ambiente agradable y placentero.
También
aporta tranquilidad ser acariciado. Cuando estamos preocupados por algo, una
palmada en la espalda o un abrazo nos ayudará a calmar nuestros temores y nos
sentiremos más acompañados en nuestras penas.
Dar un masaje a nuestra pareja o
a nuestros hijos les ayudará a calmarse y a sentirse más capaces de enfrentar
las dificultades diarias.
Pedir
a nuestra pareja que nos haga un masaje podría ser una rutina habitual que
favorecería nuestro bienestar y el de nuestra pareja.
Todos
estos efectos benéficos de las caricias y del masaje tienen una explicación científica.
Se ha
comprobado que nuestro comportamiento no depende solo de nuestra estructura
cerebral sino también de nuestro sistema hormonal.
Las
hormonas tienen un papel importante en lo que hacemos y en lo que sentimos.
Si
la dopamina nos ayuda a ponernos en marcha, espabilándonos y fomentando
nuestras ganas de aprender , la acetilcolina , modera los efectos de la
dopamina.
Las
endorfinas nos ayudan a no sentir el dolor de una manera tan intensa.
La
adrenalina nos hace sentir emociones intensas.
Y
así, podríamos seguir dando datos acerca de las diferentes hormonas que actúan
en nuestro cuerpo.
Pero
lo queríamos resaltar, es que sentirnos acariciados ayuda a nuestro cuerpo
a sentirse mejor porque estimula las hormonas que ejercen efectos benéficos en
nuestro organismo.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada